En 1886, un veterano farmacéutico llamado John Pemberton, creó la bebida más consumida en el mundo: Coca-Cola. Una bebida que fue pensada por un hombre y hoy está en la mente de millones.
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Shopper Marketing: ¿hacer preguntas o dar respuestas?
Ha superado más de 100 años con cambios económicos, dos guerras mundiales, múltiples fracasos de producto, cambios en los canales de distribución, secretos de fórmula, integración en diferentes culturas, golpes de economía y seguir vendiendo. ¿No te preguntas cómo lo ha hecho? Tal vez es por el gran amor que le tienen sus consumidores.
Inició en el canal farmacéutico y ahora se vende en cualquier lugar a lo largo y ancho del planeta, siendo de las marcas consentidas entre los shoppers. Se encuentra entre las 5 posiciones más altas en valor de marca mundiales, bajo un estandarte que promueve la amistad, la felicidad y el compartir.
Todo mundo está deseando sentir emociones y Coca-Cola ha logrado captar este mensaje en sus shoppers. Aún y cuando las diferencias entre ellos son abismales, hay algo que los une: sus sentimientos.
A lo largo de su historia, Coca-Cola ha realizado diversas innovaciones para satisfacer a sus compradores. Si recordamos, en 1985 Coca-Cola lanzó New Coke, con una inversión de 4 millones de dólares en investigaciones de mercado y con 200 mil pruebas de producto a ciegas. Se confirmó que el sabor de la nueva fórmula era mejor que la tradicional, sin embargo, lanzarlo fue uno de los fracasos más grandes de la compañía en toda su historia.
Cuando se hizo el cambio, millones de cartas y llamadas telefónicas demandaban el regreso de la Coca-Cola original. Se fundaron sociedades para preservar la fórmula auténtica del producto y hubo incluso quien comprara la vieja Coca-Cola por 1000 dólares.
En menos de 3 meses, Coca-Cola entendió que los shoppers son quienes dirigen el negocio y regresó al mercado con su producto clásico. Pero, ¿por qué los shoppers perdonaron a Coca-Cola?
La respuesta es muy sencilla: porque la amaban. No estaban dispuestos a perderla y el amor es el principal detonador de un comportamiento de compra. Coca-Cola nos ha enseñado esto.
El shopper marketing se basa en entender las más profundas emociones de un comprador. Debemos escuchar lo que el mercado desea y después convertirlo en un mensaje que demuestre una verdadera compresión de lo que busca un shopper.
Los insights más poderosos provienen de hacerle caso a los sentidos y a las emociones. Por más cursi que parezca, el éxito de una marca no se logra únicamente con metas económicas, innovación, tecnología, fórmulas estadísticas y grandes inversiones: el éxito no proviene de la razón, nace en el corazón. Por eso parece difícil explicarnos por qué, ante tanta adversidad, mala propaganda y fatales decisiones, Coca-Cola crece cada vez más.
Si las marcas logran conducir sus esfuerzos para beneficiar a quienes se dirigen, estarán haciendo un verdadero shopper marketing y una verdadera construcción de marca. Así, ni el mejor empaque, ni la más fuerte promoción, ni un gran precio harán mayor diferencia en ventas que el majestuoso poder del amor.
Hay algo dentro de cada uno de nosotros que nos hace amar con tanta intensidad, que ninguna razón es suficientemente fuerte para evitar que actuemos a favor de lo que nos hace felices.
