- La llave digital del Car Connectivity Consortium (CCC) es una de las tendencias de consumo de más rápido crecimiento en la industria automotriz actual. No sorprende que en el futuro, las personas puedan conducir automóviles que se pueden controlar con una sola orden a través de sus smartphones.
- Estudios revelaron que el mercado global de realidad virtual (VR) en la industria automotriz aumentará a $14,727 millones de dólares para 2027.
- Mazda ha destinado un enorme valor a sus “diseños centrados en el ser humano”, su innovación más reciente es una intermitente que late como un corazón humano.
Con la creciente demanda de servicios de movilidad, la industria automotriz se ha convertido en un mercado más competitivo. Varias son las marcas de automóviles que están lanzando nuevos modelos con características que tienen la capacidad de revolucionar el transporte en algo que podría soportar los cambios drásticos en la economía actual; ante esto, en el sector impera la necesidad de mantenerse un paso adelante y obtener influencia de sus competidores.
Derivado de lo anterior, los automóviles modernos son tan abrumadoramente complejos que puede ser difícil imaginar cuánta atención al detalle se pone en cada pieza. Hay un caso reciente de Mazda que está acaparando todos los reflectores. Y es que el fabricante japonés diseñó un nuevo tipo de intermitentes que emulan los latidos del corazón humano.
La señal de giro que pulsa suavemente hizo su debut en el Mazda CX-30 y fue una creación de Atsushi Yoshida, un diseñador y líder de desarrollo de lámparas del fabricante de automóviles. Este reveló que si bien las lámparas LED traen muchas ventajas, en las intermitentes, su hábito de encenderse y apagarse instantáneamente las hace sentir frías y digitales.
Esa fue la premisa para la creación de tal innovación, el diseñador aseguró que Mazda otorga un enorme valor a los “diseños centrados en el ser humano”. Sus diseñadores, por lo tanto, se centran en cómo se interpreta cada aspecto de un vehículo, no solo por parte de los que están dentro de un Mazda, sino también por los que están fuera. Y así, se le ocurrió la idea de hacer que las intermitentes fueran un poco más humanas, haciéndolas latir como un corazón.
“Una luz de señal de giro debe comunicar efectivamente la intención del conductor y captar la atención de los peatones y otros conductores”, dijo Yoshida. “Tenía la esperanza de que el sentimiento de un corazón humano, reflejado en la forma en que la luz de la señal de giro aparezca instantáneamente y luego se atenúe gradualmente, lo que podría reducir la tensión del conductor y crear sentimientos de calma y seguridad para el espectador”.
Para lograr el ritmo correcto, Yoshida expuso que miró los electrocardiogramas, observó las formas de onda creadas por un latido del corazón, estudió cómo persistían y disminuían, en lugar de simplemente encenderse o apagarse.
Y si bien eso puede parecer una idea bastante simple para poner en práctica, las intermitentes resultaron ser un producto engañosamente difícil de crear. Yoshida dijo que él y su equipo tardaron dos años en crear una señal de giro que estuviera lista para poner en producción, tanto tiempo que en realidad no cumplió con su primera fecha límite.
El autor de las intermitentes refirió también que “aunque la competencia se está intensificando con los autos eléctricos y la conducción autónoma, quiero ver que el diseño sobresaliente de los autos continúe sin compromisos”.
Y es que el competidor más cercano a Mazda es la también nipona Honda, que a finales del año pasado presentó al mundo sus nuevos vehículos eléctricos y autónomos que forman parte de su línea de soluciones de micro movilidad para las ciudades “Honda CI Micro-mobility” y que equipan una tecnología impulsada por cámaras de reconocimiento espacial e inteligencia artificial.
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