El Buen Fin es una de los eventos de promoción más importantes de éxito. El denominado “el fin de semana más barato del año” busca incentivar el consumo en el último trimestre del año, muy cerca de otros eventos como las fiestas decembrinas y el Año Nuevo.
En México y otros mercados del mundo es conocido que durante esta temporada del año, las marcas y retailers hacen el mayor uso de sus programas de promoción para promover las compras a corto plazo y, ente otros objetivos, liberarse del inventario de temporadas anteriores con el propósito de entregar un mayor beneficios a los consumidores que no disponen de un alto presupuesto.
Sin embargo, el Buen Fin es una ocasión que los mexicanos esperan para realizar compras en diversas categorías, principalmente en electrónica, electrodomésticos, ropa, calzado y muebles, entre otros. De acuerdo con la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), se estima que la novena edición del Buen Fin alcance ventas por 118 mil millones de pesos, cifra que representa un crecimiento del 5 por ciento en comparación con 2018, donde se obtuvieron ventas por 112 mil 400 millones de pesos.
Datos de Ofertia señalan que los mexicanos (25 por ciento) tienen previsto gastar más de 5 mil pesos en las ofertas del Buen Fin. Además prevé que más de la mayoría de los mexicanos (53 por ciento) espera hacer un desembolso mayor en electrónicos, ropa y calzado.
Y a unos días de que comience la novena edición del Buen Fin, la Secretaría de Hacienda lanzó un decreto por que ese otorgan estímulos fiscales por el uso de medios de pagos electrónicos y de comprobante fiscal, y entrará en vigor este jueves.
El objetivo del decreto es estimular a los comercios para que establezcan medios de pagos electrónicos (tarjetas de crédito y de débito) como ha ocurrido en las ediciones pasadas.
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