Austin, EEUU.- Heineken fue patrocinador oficial de un festival de música en esta localidad, por eso fue la única bebida alcohólica que se vendió dentro del evento, la pregunta para la agencia McGarrah Jessee fue ¿cómo introducir una marca que no es patrocinadora? La respuesta fue una estrategia de marketing de guerrilla.
El objetivo fue hacer branding de la cerveza Shiner; para lograrlo se repartieron koozies con la imagen del producto en las afueras del concierto, los cuales que se colocaban en las Heineken. De esta forma, se coló shiner y se buscó recordar entre los jóvenes que tenían más opciones al salir del lugar.