No hay tiempo que no llegue ni plazo que no se cumpla, como medida preventiva contra el Covid 19, Alphabet, matriz del gigante informático Google, había notificado que sus empleados harían home office hasta julio de este año, según The Wall Street Journal.
Esta medida buscó facilitar la labor de 200 mil empleados que trabajan de tiempo completo para la compañía, principalmente de aquellos que tienen hijos en casa ya que la situación de las escuelas sigue siendo un tema complejo a nivel mundial.
Sin embargo, la compañía que parecía ser conocida por su flexibilidad y por una filosofía basada en la informalidad, decidió saber qué pensaban sus trabajadores en relación al home office y el regreso corporativo de forma presencial y los hallazgos obtenidos fueron que 10 mil empleados pidieron seguir de manera remota o trasladarse a una oficina más cercana.
Ante esta tendencia de nuevas necesidades de sus colaboradores, el gigante tecnológico accedió. Pero hoy parece que se ha dado cuenta que esta alternativa no le beneficia del todo, ya que ha impuesto una nueva condición para quienes decidan seguir haciendo home office.
Se trata de una calculadora llamada Work Location Tool, que estima los salarios que deberían tener las personas que hacen trabajo remoto. Esto significa que, probablemente, el sueldo de la gente que opte por quedarse en casa realizando sus funciones va a sufrir un recorte.
De acuerdo con información de Reuters, es una prueba piloto que se está llevando a cabo en todo Silicon Valley, donde con esta calculadora, los empleados pueden ver los efectos que tendría su traslado, ya sea a su casa o a otra oficina de la compañía, en función de la lejanía de esta.
“Nuestros paquetes de remuneración siempre se han determinado en función de la ubicación. Siempre pagamos lo máximo del mercado local en función del lugar desde el que trabaja el empleado”, asegura un portavoz de Google, añadiendo que la remuneración variará de una ciudad a otra y de un estado a otro.
Por ejemplo, uno de los empleados, que pidió no ser identificado, suele desplazarse a la oficina de Seattle desde un condado cercano. Probablemente, vería su salario reducido en un 10 por ciento si trabajara desde casa a tiempo completo, según las estimaciones de la herramienta de localización del trabajo de la firma lanzada en junio.
Al final, decidió seguir yendo a la oficina, a pesar de las horas de viaje. “Es un recorte salarial tan alto como el que recibí por mi último ascenso. No he trabajado tan duro para que me asciendan y luego me bajen el sueldo”, afirma. Una trabajadora que vive en Stamford, a una hora de Nueva York en tren, cobraría un 15 por ciento menos si trabajara desde casa.
Jake Rosenfeld, profesor de sociología en la Universidad de Washington en St. Louis que investiga la determinación salarial, dijo que la estructura salarial de Google genera alarmas sobre quién sentirá los impactos con mayor intensidad, incluidas las familias.
“Lo que está claro es que Google no tiene que hacer esto”, dijo Rosenfeld. “Google ha pagado a estos trabajadores el 100 por ciento de su salario anterior, por definición. Por lo tanto, no es como si no pudieran pagar a sus trabajadores que eligen trabajar de forma remota lo mismo que están acostumbrados a recibir”.
Además, habría que tomar en cuenta que las condiciones laborales desde el hogar no es lo mismo si una familia completa se encuentra confinada, surgen otros gastos como el de Internet, aumento en la cuota de consumo de luz, y algunos empleadores disponen de su fuerza laboral sin respetar horarios por el simple hecho de estar en casa.
Google no es la única empresa que ha redefinido su forma de trabajar, Twitter, Microsoft, Apple y Amazon también han implementado el trabajo retomoto entre sus empleados. Por ejemplo Twitter ha asegurado que parte de sus trabajadores corporativos podrían trabajar desde su hogar para siempre si así lo desean.
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