Una investigación del diario The Times, de Reino Unido dio a conocer que Google colocó avisos publicitarios junto a contenido extremista, racista, político y religioso. Lo que ocasionó la salida de la marca Marks & Spencer, un retailer multinacional especializado en el comercio minorista con sede en Westminster, Londres, decidió retirar sus anuncios de Youtube, sitio estrella de Google.
De igual manera, lo hizo gobierno británico y marcas internacionales como Audi, L’Oreal, McDonald’s, los bancos Lloyds, HSBC y el medio de comunicación Havas Group UK, entre otros.
Disculpas por una mala publicidad
Al respecto, Matt Brittin, director de Google en Europa, pidió disculpas diciendo: “lamentamos que algo así haya ocurrido. No queremos que pase y asumimos la responsabilidad”, y además, anunció medidas para que la publicidad de sus clientes no aparezca al lado de contenido racista, homófono o extremista, en respuesta a denuncias de empresas y del gobierno británico.
Asimismo, Philipp Schindler, jefe de negocios de Google, dijo a través de un blog de la compañía que pondrán en marcha nuevas políticas y controles, los cuales fortalecerán su capacidad para ayudar a los anunciantes a llegar a audiencias a escala, al tiempo que respeten sus valores.
We know brands want more choice about where their ads appear. How we’re expanding safeguards for advertisers → https://t.co/YiAvmDydWd
— Google (@Google) 21 de marzo de 2017
Además, mencionó que van a ofrecer a los anunciantes y las agencias una mayor transparencia y visibilidad para informar donde están apareciendo sus anuncios, y en los próximos meses ampliarán la disponibilidad de la información a nivel de los video a todos los anunciantes.
Y, dado que, es difícil monitorear las 400 horas de video que los usuarios suben a YouTube por minuto, afirmó que contratará a más personal y acelerará el proceso de retirar avisos desde contenidos odiosos u ofensivos que ataquen a la gente sobre la base de su religión o género.