A un día de que en otras entidades del país inicien las precampañas, el gobernador de Puebla, Antonio Gali ya inició su proceso de promoción.
Como acto anticipado de campaña, Gali repartió pares de zapatos a estudiantes, los cuales tienen bordado el logotipo y eslogan “Puebla Sigue” en los costados, una acción del gobernador que generó críticas por parte de usuarios en varias redes sociales, quienes catalogan esto como un acto de promoción ilegal, dado que aún no inician las precampañas.
De acuerdo con información publicada en UnoTv, es claro un acto de propaganda electoral anticipada, el cual no debería permitirse, así lo señalaron miembros de la Barra Libre de Abogados Democráticos de Puebla (BLADP).
Según datos manifestados en dicho medio de comunicación, el monto gastado por parte de Antonio Gali para la compra de los 790 mil pares de calzado que entregó, asciende a 123.7 millones de pesos.
Ante los señalamientos sobre actos anticipados de promoción política, el gobernador de Puebla afirmó que esto sólo responde a una labor de apoyo con la que se busca combatir la deserción escolar en la entidad.
Artículos promocionales en campañas electorales
A unos meses de que se lleven a cabo las elecciones federales en México, el marketing político y precampañas ya abundan en medios tradicionales, y también en plataformas digitales como las redes sociales.
De acuerdo con especialistas, un buen marketing político está basado en conocimientos propios de la sociología, comunicación, política y estudios de mercado que den cuenta de cómo es el electorado, qué busca de un gobernador, qué situaciones o problemas le aquejan del lugar donde viven, entre otros, además de que el candidato está obligado a generar contenido relevante y congruente.
No obstante, esto dista mucho de lo que actualmente se hace, y se opta por discursos banales y la búsqueda de ganarse al votante con mensajes vacíos, o bien con artículos promocionales.
El Departamento de Investigación de este medio señala que, un 90.4 por ciento de los consumidores en México considera que estos productos ayudan a que la gente recuerde fácilmente una marca.
En el caso de los candidatos va más allá de una recordación de su imagen y “propuestas”. La entrega de este tipo de artículos se utiliza con la finalidad de persuadir al electorado, convencerlo de que son la mejor opción, y que tengan la idea de que si hoy reciben estos artículos, mañana se harán acreedores a “regalos” mejores.
Puede ser que, como recordatorio, un artículo promocional funcione; sin embargo, ningún precandidato debe olvidar que hay fecha para iniciar su promoción, por lo que este tipo de actos no deberían permitirse, situación que simplemente se pasa por alto.