Hay muchos expertos que afirman que el sector del retail está cruzando por un apocalipsis que, según prevén, puede concluir en la extinción del punto de ventas físico, esto frente la creciente (y aparentemente imparable) expansión del e-commerce. Sin embargo, ¿y si real las tiendas físicas no están muriendo sino que están pasando por una transformación? Además de que, por mejor que sea una descripción y una foto, esto no supera a la experiencia de tener contacto con aquello que se va a comprar; se han integrando nuevas tecnologías que se ajusten a estos espacios para mejorar la experiencia del shopper, como la geolocalización.
Cada día son más las personas que cuentan con dispositivos como teléfonos inteligentes, los cuales regularmente están conectados al internet en todo momento y al mismo tiempo determinar la ubicación de una persona por medio de la geolocalización. Esto ha sido aprovechado en el retail para generar distintas estrategias.
Un ejemplo muy claro es que por medio de la geolocalización dentro del punto de venta se le puede avisar a un shopper las promociones que hay cerca de él. Sin embargo, estas promociones no serían al azar, sino que serían determinadas por medio del estudio de sus hábitos de consumo.
Con ayuda de big data y por medio de los datos generados por la geolocalización y el historial de compras, los retailers pueden generar información y conocimiento útil para precisamente presentarles a las personas este tipo de promociones útiles y ad hoc a sus experiencias previas.
Por medio de la ubicación también se puede generar conocimiento importante para reestructurar el punto de venta y hacerlo mucho más atractivo. Se puede saber por dónde pasa más gente, cuál es su recorrido habitual y buscar un acomodo para que su visita en el retailer sea mucho más provechosa.