Adquirir un nuevo cliente, en muchas ocasiones puede resultar considerablemente más caro conservar a uno que ya se tiene. ¿Cómo se puede mantener un shopper y un consumidor? La respuesta está en la lealtad y el engagement que se llegue a generar. Una de las rutas para lograr esto es por medio de la gamificación.
Antes de mencionar la relación entre la lealtad y la gamificación, es importante tomar comprender claramente este último conceptos, particularmente desde la perspectiva del marketing (ya que también es usado en el campo de la educación).
Se puede definir como la utilización de mecánicas de juegos (como, por poner algunos ejemplos, recolección de puntos, trofeos, establecimiento de retos o de niveles) utilizadas para presentarle al público un determinado contenido de una marca. Se puede considerar que es una estrategia parte de lo que se conoce como marketing interactivo.
Lo interesante de la gamificación es cada vez es más utilizada por las marcas no sólo porque establece una interacción con el público meta; sino porque este tipo de dinámicas basadas en los juegos son capaces de generar un potente engagement en el cliente hacia la firma que está realizando la estrategia. En consecuencia, además de desarrollar compromiso, también se está fomentando lealtad en el cliente.
A través del diseño de la experiencia lúdica que ofrece la gamificación, el cliente genera cierta afinidad por terminar un reto y otro, así como subir a un nuevo nivel. Como una especie de adicción hacia la dinámica con la que está interactuando. Sin duda alguna, esto a la larga establece una potente fidelidad hacia la marca.
Cabe destacar que para esta estrategia funcione correctamente, la dinámica de juego debe estar bien diseñada, o sea, debe ser atractiva, fácil de llevar a cabo y tienen que contar con premios lo suficientemente atractivos para que la gente decida seguir participando.