Suecia.- Esta campaña comprueba que no hay idea o producto que una buena estrategia de marketing no pueda vender. El reto fue sumarle valor al papel de las Fuerzas Armadas para procurar bienestar en la sociedad, y atraer a los jóvenes a unirse a ellas.
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Más allá de servir a la patria en conflictos armados, para zonas más estables del mundo los servicios militares se han convertido en una estructura social que se encarga de cuidar de la comunidad, auxiliar en siniestros y realizar labores de rescate.
Pero no hay muchos jóvenes que estén dispuestos a comprometerse y ayudar a otros, o al menos eso es lo que se pensaba cuando se retó a un target joven a sacrificar su comodidad para ayudar a un extraño.
La idea fue desarrollada por la agencia DDB para atraer a jóvenes a alistarse en las Fuerzas Armadas suecas, y consistió en instalar una cabina en una concurrida plaza de Estocolmo.
Dentro de la cabina se encontraba una persona encerrada entre cuatro paredes sin absolutamente nada qué hacer, la persona no podría salir a menos que alguien sacrificara un poco de su tiempo y la reemplazara.
La idea fue saber si los jóvenes tenían la vocación de dejar el segundo plano las necesidades propias para ayudar al prójimo. Los resultados sobrepasaron las expectativas de los creadores. Una interesante activación social que apela a la bondad y conciencia de las personas.