Si hay un sector dentro y fuera de los centros comerciales que está en continuo movimiento, es la restauración. La reinvención es la única garantía de supervivencia para este competitivo segmento de negocio en el que cada vez son más y mejores los operadores que intentan sorprender al exigente cliente del siglo XXI.
En un mundo dominado por las nuevas tecnologías, por la inmediatez, por lo transversal, etc. el vender un producto y un servicio tan básico en su origen es cada vez más complicado. En uno de esos giros las Cafeterías pasaron a ser “Café Gourmet” y las Hamburgueserías en un momento determinado pasaron a llamarse “Burgers” como símbolo de modernización.
Ahora, en otro nuevo giro, vuelve lo retro o lo vintage y el Café Gourmet vuelve a ser “La Cafetería” y el Burger “La Hamburguesería”. En fin, cosas del marketing.
Llegado a este punto y después de esta pequeña introducción, quería hacer foco sobre un concepto que desde hace ya algún tiempo viene desarrollándose con mayor o menor éxito en algunas zonas comerciales de nuestras ciudades e incluso en algunos centros comerciales. Es la restauración de mercado o Food Market. El Food Market como tal es un concepto que tradicionalmente ha existido siempre en los países asiáticos.
La gente de las grandes ciudades de estos países busca en estos mercados el poder acceder a su rica y variada gastronomía de forma económica y rápida. Son espacios donde el mercado es el verdadero protagonista, siendo la restauración un complemento a la actividad principal. En Europa hemos occidentalizado el concepto transformando espacios destinados a la venta de carnes, frutas y pescados en pequeñas “boutiques” de restauración donde volvemos a reinventar y reivindicar lo tradicional que en caso de España es el jamón, la tortilla, los montaditos, las tapas y como no el buen vino.
Aunque también hemos adoptado conceptos no tan tradicionales como la cocina japonesa o las hamburguesas premium de carne seleccionada que complementan la oferta anteriormente mencionada. Nuestros espacios de Food Market reivindican el que, pero sobre todo el dónde y el con quien. Como en muchos casos el nuevo comercio sabe que el 62% de los clientes deciden su compra en el punto de venta. Es por ello que la experiencia de compra se sitúa por encima de un producto tradicional en el que además el precio no juega el decisivo factor psicológico que en otras compras puede tener.
Estos espacios son claramente además, un lugar de encuentro, un espacio de ocio, una excusa al fin y al cabo, para reunirnos con amigos y familiares, con compañeros de trabajo, con clientes o con proveedores. Con todos ellos compartiremos un tiempo agradable de desconexión de la rutina. Esta parte de la experiencia nos hace sentir pertenecientes a un grupo que sabe disfrutar de la gastronomía y que además sabe lo que está de moda. Son al fin y al cabo, pequeñas píldoras de experiencias exclusivas que nunca podrá darnos la compra por internet por muchas ventajas que nos ofrezcan la red.