Estoy listo para que me crucifiquen por lo que voy a escribir. El viernes pasado me atreví a dar mi opinión sobre la libertad de Florence Cassez en una cena de amigos.
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No debía haberlo hecho porque enseguida fui crucificado y atacado por defender mis convicciones. Por pensar que nos merecemos este tipo de situaciones, por lo tanto justifico mi postura.
Todo este caso se resume a percepción, imagen y marca de país, porque me pregunto, ¿Qué pasaría si Florence Cassez estuviese condenada y presa en algún país nórdico?, probablemente seguiría ahí y nadie dudaría que las instituciones actuaron bien y ejercieron sus funciones. Sin embargo estaba presa en México en donde la percepción del mundo y la opinión pública de las instituciones está devaluada, donde la corrupción y la violencia son los mensajes clave que mandamos hacia el mundo. La imagen que tiene actualmente México como país está muy golpeada, deteriorada y proyecta mensajes negativos, más que positivos. Por ello, no nos creen como país en el aspecto judicial y en la operación de las instituciones de gobierno.
La percepción es la sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos. En este campo de la percepción , no nos va muy bien con el mundo. Nuestra país da la imagen de ser un país corrupto, violento y en donde nuestros servidores públicos no son capaces y no tienen el talento para hacer su trabajo de todos los días como Estado, proteger a sus ciudadanos.
Qué si Genero García Luna grabó un falso enlace en vivo para difundir en los medios que las instituciones policiacas hacen su trabajo, probablemente sí y no. Ahora este caso penal está muy nebuloso y probablemente nunca conoceremos la realidad de lo que transcurrió en esos días y lo que es más triste, las instituciones no fueron capaces de proyectar profesionalismo en sus funciones y responsabilidades, tan poca credibilidad proyectaron que en una herramienta de Relaciones Públicas diplomáticas, el presidente actual, casi inmediatamente después de entrar en funciones –Cumplido un mes de gobierno-, regresa ese problema diplomático, político, mediático y cultural a su país de origen. Como para hacer pensar que nada pasó y empezar de nuevo las relaciones bilaterales con Francia, país que invierte en México cada año sumas importantes en tecnología, farmacéutica y turismo. País que canceló en 2011 la celebración cultural y de negocios: El año de México en Francia.
Al parecer , todo es cuestión de percepción de marcas, ¿Qué marca les parece más poderosa, México o Francia? La culpa de que nuestra marca como país no sea sólida la tenemos todos nosotros, porque construimos la marca de nuestro país todos los días y si queremos mejorarla, está en nosotros mismos. Tarde o temprano, esta marca se nos caerá encima como un castillo falso de naipes o nos proyectará con fuerza y solidez hacia el mundo, ustedes eligen eso todos los días.