Muchas empresas han adoptado una política de cero discriminación que incluye a sus empleados y por supuesto a sus clientes, sin embargo hay ocasiones que no todos sus puntos de venta (en caso de ser un retailer) implementan esa medida tal y como le ocurrió a KFC, que por un gerente de su tienda de Virginia está en la mira por discriminar a una persona transexual.
De acuerdo con Statista en la primavera de 2015, este fast food retailer fue visitado por 34.95 millones de personas, esto tan sólo en Estados Unidos, de ahí la importancia de tener una política inclusiva.
El pasado martes, Georgia Carter, una mujer transexual de 27 años acudió a su empleo en un KFC de Virginia, mismo que había obtenido recientemente, sin embargo una hora más tarde de haber iniciado con sus labores, fue despedida por el gerente de la tienda ya que al revisar su documentación, en su tarjeta de conducir venía que su sexo era hombre lo que no coincidía con su aspecto y por ello decidió despedirla.
Uno de los argumentos para rescindir su contrato fue que no sabían que baño iba a utilizar. Sin embargo, tras la controversia en redes sociales, un portavoz de KFC informó que la compañía decidió despedir inmediatamente al gerente y recontratar a Carter.
“Este gerente ha sido despedido por violar la política anti-discriminatoria de la franquicia, que incluye la identidad de género y orientación sexual. El director de la franquicia también tuvo una conversación con la Srta. Carter, ofreciéndole un empleo en su restaurante o en cualquier otro del área de Richmond, de forma inmediata”, indicó el portavoz.
