En Australia, la agencia Ogilvy & Mather decidió dejar atrás los mupis estáticos y hacer para Fanta un mupi que se convirtiera en un anuncio burbujeante con ayuda de Instagram.
La acción se llamó Fanta: Printergram, y para que fuera un éxito se invitó a las transeúntes a que se tomaran una selfie frente al mupi. Acto seguido debían subirla a Instagram.
Para compartir la imagen, los transeúntes debían utilizar el hashtag #FantaTastesLike, a través del “Fanta Printergram”, pues como premio los participantes recibían del mupi la misma foto, pero impresa y de manera instantánea.
La idea fue crear un anuncio que aludiera a esta bebida naranja y burbujeante, pero sin dejar de lado un maximizador de la experiencia BTL, por ello tanto marca como agencia decidieron recurrir a esta red social.