En algún momento, una marca que se encuentra inmersa en el mercado de consumo, si evalúa sus resultados y son favorables, es posible que considere un mayor crecimiento a través de la extensión de marca.
En cierto modo, los productos que actualmente se encuentran en la fase de lanzamiento, son productos resultado de una estrategia de extensión, quizá cuenten con pequeños diferenciadores que acompañen las campañas de comunicación y de esta manera tratan de ganar un lugar en el mercado. De hecho, la extensión de marca se considera una estrategia eficaz para presentar nuevos mercados y, a la vez, generar un mayor número de clientes a la compañía.
Sin embargo, algunos especialistas señalan que las extensiones de marca afectan negativamente la imagen de una marca debido a que se ajusta la calidad percibida por el consumidor, lo que ocasiona que los consumidores adopten una posición distinta dependiendo la imagen de la marca, más allá del producto.
Por tanto, ¿qué elementos hay que considerar para aceptar una extensión de marca? A continuación te mostramos algunas claves.
Producto no existente
Por ejemplo, si una marca se dedica a la panificación y ya tiene a la venta conchas, es posible que se considere la extensión de la categoría y añadir un producto nuevo como donas con chispas de colores.
Para proteger la marca de la competencia
Otro factor relevante a considerar en una extensión de marca es la importancia de proteger la marca de la competencia, es decir, generar un producto o servicio con la finalidad de complementar la oferta existente y, de esta manera alejarse de marca similares y competencia.
Entrar a nuevos mercados
La extensión de marca también permite llegar a nuevos consumidores, por ejemplo, si una tintorería no cuenta con el servicio de lavado de tenis es posible añadir un nuevo servicio, con la finalidad de satisfacer la demanda del cliente y, a la vez, penetrar nuevos mercados o responder a demandas puntuales del consumidor.
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