Actualmente, el número de usuarios de redes sociales ha aumentado hasta los 2.82 mil millones de personas y se espera que para el 2020 esta cantidad alcance los 2.96 mil millones de personas, según datos de Statista. Cada vez son más los individuos que participan en este tipo de plataformas, pero al mismo tiempo también aumenta la gente que confía sus datos personales a este tipo de sitios.
En el entendido de que la data se ha convertido en el oro de la era digital, hay muchos particulares e incluso gobiernos que quieren tener acceso a ella, con la finalidad de tener mucho más control sobre los ciudadanos. Sin embargo, empresas como Facebook (que es dueña de Instagram y WhatsApps) han decidido luchar por la privacidad de los registros de la gente y se ha negado a tener sin encriptación los mensajes de los usuarios, según dio a conocer a través de un comunicado.
Facebook le dice que no a los gobiernos para tener una “puerta trasera” a los datos
La decisión de Facebook sobre su red social y el resto de las plataformas que le pertenecen llega después de que políticos de distintos países le han solicitado mantener sin encriptación las conversaciones de los usuarios, con el fin de adquirir dicha información y guardarla en repositorios que podrían ser usados para fines judiciales y penales.
En una carta enviada a William P. Barr, fiscal general de los Estados Unidos, por Stand Chundnovsky y por Will Cathcart (encargados de supervisar los distintos productos y marcas con los que cuenta Facebook) se explicó que no se puede generar una puerta trasera en los servicios de mensajería con los que cuenta, los cuales se encuentran encriptados, puesto que esto podría poner en riesgo la seguridad de la información de los usuarios.
Los ejecutivos de Facebook explican en la carta, la cual fue retomada por The New York Time, que el dejar una “puerta trasera” para las autoridades (o sea, un espacio sin encriptar para que ellas pudieran acceder a los datos y así evitar comportamientos criminales en línea, al mismo tiempo dejaría una entrada a los cibercriminales, lo cual facilitaría su labor delictiva.
¿Realmente está Facebook preocupado por la privacidad de los usuarios?
En 2018 se dio a conocer uno de los grandes escándalos en cuanto a seguridad informática: Cambridge Analytica, una empresa de ingeniería social situada en Reino Unido, almacenó y utilizó la información de 87 millones de usuarios de Facebook, según la BBC, para moldear la opinión pública respecto a ciertos temas y tener impacto en distintos procesos coyunturales de decisión, como fue el caso del brexit o las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016. Dicho caso evidenció que las políticas de privacidad y seguridad de datos que tenía realmente eran muy débiles para prevenir incidentes como los que pasaron.
Aunque la red social ha buscado poner de su parte para evitar estos incidentes en un futuro, a pesar de que ha asistido a las audiencias que le han solicitado en Reino Unido y en Estados Unidos (donde, por cierto, tuvo que pagar una multa de 5 mil millones de dólares por el caso), lo cierto es que la suspicacia sobre el uso de los datos de los usuarios de Facebook y sus respectivas filiales aún queda en duda. ¿Si realmente quiere mantener los datos encriptados para resguardar su activo más importante (la información de las personas), en lugar de preocuparse por la privacidad de la gente? Aunque pidió que se disculpara a la compañía ante el congreso de los Estados Unidos, Mark Zuckerberg, CEO de la empresa, básicamente explicó que las personas no leen los avisos de privacidad y las condiciones de uso, por lo cual compañías como Cambridge Analytica se pudieron aprovechar de la gente.
Sin embargo, el caso de Cambridge Analytica no ha sido el último en el que se ha visto implicada la red social. Por ejemplo, a mediados de este año se dio a conocer cómo la empresa había guardado las contraseñas de millones de usuarios en texto plano, por lo que estuvieron expuestas a los empleados. Si bien pueden ser descuidos que muestran el desinterés de la plataforma por la privacidad del usuario en general.