Hoy día muchas son las marcas que saben sacar provecho al Marketing olfativo como parte medular de sus estrategias below the line que se ejecutan en los diferentes retailers, pues estas tácticas tiene un gran alcance.
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Con seguridad los expertos de la industria del café no pondrán en duda que uno de los éxitos de esta bebida se debe a su aroma. Tampoco los mercadológos que trabajan para marcas de autos y que para vender vehículos usados recurren a las fragancias, cuya etiqueta dice: “Auto nuevo”.
Lo mismo ocurre cuando las personas entran a ciertas tiendas y lo primero que perciben es un aroma en particular que vuelve a ese punto de venta distinto de los demás, por ejemplo: las clínicas de spa que huelen a incienso de vainilla, las panaderías donde impregna el olor a pan horneándose o las chocolaterías que pueden volver vicioso casi a cualquiera.
En entrevista para InformaBTL, Brigitte Seumenicht, directora general de la agencia Merkatua, comentó que para realmente ser significativo y estar en el top of mind de los clientes hay que generar espacios en donde éstos estén en contacto directo con el producto.
“Entre más involucres los cinco sentidos en la experiencia de compra más se eleva el valor percibido del cliente, por ejemplo tú puedes hacer que la gente toque el producto si es un producto que amerita ser tocado; tú puedes hacer que ciertos productos se puedan oler, si eso es lo que ameritan. La gente está ávida de eso, de oler los productos, de tocarlos”, explicó.
De acuerdo con la experta, las marcas deben saber cuál de los sentidos puede elevar el valor percibido de las personas y de ahí ir haciendo que el cliente interactúe y viva una experiencia en el Punto de Venta o en el espacio donde se lleve a cabo la acción Below The Line.
“La interacción del cliente con el producto es lo principal, más allá de lo visualmente atractivo. Haz que tu consumidor viva el producto, que lo sienta, que lo huela y se enamore de él, que no le tenga miedo y huya de él”.
Foto: Shutterstock