Parece ilógico hablar de este término para una persona, suena a tecnicismo más que un comportamiento o reflejo de una personalidad. Sin embargo, esto no es así, el hablar de “experiential” no solo puede referirse a una acción o innovación para una marca o producto.
Esto también puede ser adaptable a la vida misma y a la forma de cómo queremos que nos vean. Y por qué no, dejar huella de nosotros en el corazón de los demás.
En general, hablar de experiencias de marca o producto, podemos decir, que es una forma muy atractiva de acercar los atributos de esta en un formato innovador y explosivo, haciendo inolvidable dicha experiencia y creando un gran valor para en quien la vive.
¿Y tu? ¿vale la pena pensar así? ¡Claro que si!
En muchas ocasiones he comentado que el Marketing es como la vida misma, es decir, hacemos planes para mejorar nuestra imagen, para vendernos como personas o marcas y hasta desarrollamos estrategias para lograr una meta personal. Entonces ¿por qué no crear Experiential Mkt. en nuestras vidas?
Recientemente, un amigo me comentaba que tuvo que cambiar a su colaborador que le desarrollaba toda la comunicación de su empresa y marca por falta de “creatividad e innovación” platicando un poco en profundidad sobre lo que “hizo o no hizo”, puedo concluir que dicho colaborador hizo solamente lo que su jefe necesitaba y nada más. Es decir, hizo “bien su trabajo”. Suena ilógico y hasta ilógico leerlo, pero la realidad es que no existe un jefe que se conforme con colaboradores que solo “hagan bien su trabajo” en general todos esperamos “algo más” y por supuesto a ese colaborador con ganas de comerse el mundo.
Y habiendo dicho esto, ¿qué tiene que ver el “Experiential Mkt Personal”?; en mi opinión, este colaborador no desarrolló lo mencionado para enaltecer su trabajo que ya era bueno, y por ende, no tuvo la oportunidad de demostrar lo grandioso que era trabajar con él.
Entonces ¿Cómo desarrollo “Experiential Mkt Personal” para mi?
Aquí desgloso algunas preguntas que deben partir de tu reflexión y sobre todo una evaluación en donde estas parado:
- ¿Eres disruptivo en tu trabajo?, es decir, ¿buscas siempre abrir “nuevas puertas” para tu trabajo y forma de desarrollarlo?
- ¿Sorprendes o esperas que te digan que hacer?
- ¿Eres creativo e innovador? O ¿estás conforme con lo que haces? Proponer no empobrece, evaluar e innovar, ¡menos!
- ¿Que tantas vías de comunicación e interacción con otros colaboradores, clientes, creas a la semana?
- ¿Qué tanto promueves tu pensamiento e ideas?
- ¿Qué tanto estás dispuesto a gastar más tiempo para pensar en ti, tu trabajo, tu marca personal y tu trabajo?
- ¿Qué tanto estás dispuesto acelerar lo que haces y además hacerlo mejor?
- ¿Qué tan dispuesto estás en enaltecer todo lo que haces creando un plan de acercamiento para tus diferentes audiencias?
- ¿Estás listo a modificar, cambiar o mejorar tu atuendo personal y tu forma de tratar a los demás?
¡Todo comunica y genera una experiencia de ti! No puedo pensar en una gran marca sin cubrir todos los sentidos para enamorar a quien vivirá su ADN como marca. Piensa que tanto eres capaz de desarrollar una gran experiencia de ti que cuente todo lo que eres y puedes hacer.
No olvidemos que percepción es realidad, recuerdo las palabras de mi amigo: “se vendió maravillosamente, trajo muchas ideas, propuso eventos, trabajo diseños de etiquetas, y en muy poco tiempo…” esto como puerta de entrada es maravilloso, pero recuerda que no solo es presentarte, es cumplir todo lo que se vendió y no dejar de crear experiencias de ti en todos los niveles e interacciones de trabajo.
En resumen, tenemos que pensar que la competencia es fuerte y aguerrida, que cada día tenemos que ser diferentes, cambiantes y evolutivos “al segundo”. El mundo está regresando muy rápido, nuestros clientes, jefes y colaboradores nos necesitan. Y lo más importante, nos necesitan más proactivos, innovadores y sobre todo explosivos.
Recuerda que tu trabajo siempre debe ser en esencia una forma de acercar la marca a la persona que lo vive de cerca, y hacer que esta haga huella en sus pensamientos y por qué no decirlo así: corazón. De esta forma, tu imagen siempre será positiva e irremplazable.
Y tú, ¿cómo construyes tu marca?