El consumidor actual se ha caracterizado por elegir comprar en una tienda o un determinado producto no sólo por la funcionalidad o conveniencia que ofrece. Se trata del nivel de satisfacción que experimenta al realizar su compra, donde influyen aspectos que generan un ambiente que le envuelve y hace vivir una experiencia significativa.
Este momento único que se caracteriza por mostrar, no el valor que tiene un producto o un servicio, sino el valor que tiene una marca en la vida del consumidor. De esta manera se vincula mejor con sus marcas preferidas y genera una lealtad y engagement que serían más complicado generar a través de otros esfuerzos de marketing, ya sean medios exteriores o medios de comunicación masivos.
Una de las ventajas del experiental marketing es que permite generar actividades que combinan sonidos, texturas, sabores y olores para crear una experiencia única entre consumidor y marca. Hoy en día, las marcas buscan generar un mayor impacto y las experiencias son el componente más eficaz para crear una conexión significativa con el consumidor, más allá de promover un producto o mostrar la manera en que se diferencia del mercado.
Las experiencias funcionan para involucrar activamente al consumidor y que entienda la identidad, los valores y las motivadores una marca; además de comunicar como ésta se vincula con sus valores personales que denotan su preferencia.
El consumidor que prefiere la experiencia más allá de aspectos como el precio, la calidad de un producto o servicio es el millennial. De hecho, es una de las generaciones mas propensas a pagar un mayor precio a cambio de una mejor experiencia. Esto lo podemos ver en servicios de entretenimiento, diversión, viajes y servicios de alimentos y comidas.
Las experiencias son el componente ideal para interactuar directamente con el consumidor y, de esta manera, generar una relación significativa que propicie una mayor lealtad del cliente, así como mayores ventas.
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