La publicidad exterior, conformada por vallas, OOH, DOOH, espectaculares y otros formatos, es una manera mediante la cual las marcas buscan llegar a sus consumidores con mensajes concretos y estar visibles en todo momento.
Y aun cuando el auge de hacer marketing a través de plataformas digitales es tendencia, el uso de medios un tanto más tradicionales sigue vigente.
Solo en 2017, en México se registró una inversión de 7,215 millones de pesos en OOH, cifra que logró superar los 6,978 millones de pesos reportados un año antes, de acuerdo con datos del Departamento de Investigación de InformaBTL.
Publicidad exterior, un mal para la salud de las personas
En innegable que usar espectaculares y vallas digitales o de imagen fija le ha venido bien a muchas empresas, desde hace varios año, esto en gran medida por su disponibilidad 24/7, grandes formatos, ubicación estratégica, mensajes, información visual, entre otras características.
No obstante, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), un exceso de publicidad exterior puede dañar severamente a las personas.
De acuerdo con este organismo, un 40 por ciento de los que habitan un departamento o están en oficinas cercanas a este tipo de publicidad tienden a deprimirse.
Además de predisponer a una persona a que experimente sensaciones no gratas por su exposición a OOH excesivos, también perturba la vista de algún sitio o paisaje, destruyendo así su estética y esencia original.
Jorge Márquez Flores, responsable del Laboratorio de Análisis de Imágenes y Visualización del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dichos elementos generan una sobre estimulación visual, debido a su formato, lo cual los hace agresivos e invasivos, sin dejar de mencionar la gran cantidad de ellos que yacen en un espacio geográfico reducido.
Adicional a dichos efectos, el especialista de la UNAM señaló que hacen que las personas se distraigan con facilidad, además de dolores de cabeza, mal humor y afectaciones en el sistema nervioso.