Para que los retailers continúen en el mundo de las ventas y atrayendo a consumidores, el mundo digital es muy importante.
El comercio conectado ha tenido un leve impacto en las ventas de productos de consumo masivo, sin embargo esta línea va en crecimiento.
Internet ha dado acceso a los consumidores a la tienda más grande del mundo, y la tecnología y la “big data” están creando oportunidades para proporcionar recomendaciones de productos más relevantes y personalizadas.
Algunos fabricantes y detallistas han lanzado opciones de personalización masiva que permiten a los consumidores crear sus propios productos y experiencias únicas con respecto a zapatos, trajes, bicicletas y dulces.
Por otro lado, los servicios de suscripción, para productos tan variados como máquinas de afeitar, cosméticos y paquetes de alimentos, entregan los productos directamente a la puerta de los consumidores a la hora especificada.
Sin embargo, el comercio conectado no se debe considerar como una extensión de la tienda física. Se trata de un nuevo modelo con distintos factores de costos y una propuesta distinta de valor para los compradores.
Los consumidores están incorporando puntos de contacto digitales a lo largo de todo el proceso de compra, desde opinar sobre productos en línea en el hogar hasta utilizar smartphones como asistentes de compra personales en la tienda.
Esto ya está teniendo consecuencias para las tiendas físicas, puesto que los niveles de expectativa de los compradores han cambiado radicalmente, y este ritmo de cambio continuará aumentando.
El futuro de las ventas minoristas está conectado, pero sobre todo se relaciona con la capacidad de aprovechar la combinación adecuada de estrategias en línea y fuera de línea para cumplir con las áreas de demanda insatisfecha.
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