En México, la actividad turística es un componente importante de la economía. El mercado turístico está conformado por elementos naturales, sociales y culturales, definidos en productos o servicios, que los acceden o disfrutan.
Voluntariado, salud, entretenimiento, naturaleza, actividades al aire libre y compras son algunas de las actividades que detonan el turismo en nuestro país, que a través de campañas digitales, eventos y activaciones se promueve información sobre determinadas categorías de productos o viajes que complementan la experiencia del viajero.
Incluso, la oferta turística de México con la integración de soluciones tecnológicas como digitalización de las empresas, transporte automatizado, economía digital, servicios virtuales, entre otros. En este sentido, las campañas de promoción turística cobran mayor relevancia en el plan de marketing, debido a que con el apoyo de esta estrategia se logra impulsar la toma de decisión de compra del consumidor, al proponer destinos o servicios que puede disfrutar.
Pero, ¿qué implicaciones tiene una estrategia de promoción en turismo? En primer lugar, la demanda turística, es decir, las necesidades de los viajeros son variadas; sin embargo, para lograr una promoción eficiente es importante conocer las necesidades de esparcimiento del viajero. De esta manera se definirá el objetivos de los mensajes para promover: diversión, descanso o distracción.
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Por otro lado, si hablamos de motivaciones culturales, se tendrá que estudiar la zona turística para determinar los espectáculos que interesarán al consumidor en materia religiosa, gastronomía o de entretenimiento.
Finalmente, otro factor clave de la promoción turística, es el conocimiento del nivel adquisitivo del viajero potencial. De esta manera se pueden diseñar productos de acuerdo a la selección del turista, así como la prolongación del viaje, por mencionar algunos ejemplos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), este sector representa un 8.5 por ciento en el PIB del país, además genera alrededor de 2.3 millones de empleos formales en empresas de diversos giros comerciales.