Al mismo tiempo, Coca Cola cuenta una historia; es decir, elabora un Storytelling que comienza desde el diseño de la tapa hasta la fábrica, para finalmente llegar a los clientes con “Un día en la escuela…”; donde se encuentra los jóvenes que tienen nuevas formas de convivir. Son muchos los que intentan abrir las sodas en pareja, pero las hay de todas: hombre-mujer, mujer-mujer, hombre-hombre; en un mosaico que hace del consumo una representación del amor, la amistad y la pareja.
Coca Cola entiende muy bien a sus nuevos consumidores.