Como bien se ha señalado en otros artículos, todos los elementos que conforman un punto de venta están particularmente cuidados: desde la iluminación hasta el acomodo de los productos. Sin embargo, hay veces que, ya sea por un descuido o por desconocimiento del tema (entre otros motivos), hay componentes que pueden afectar la presentación de una tienda. Precisamente en las siguientes líneas mencionaremos algunos de ellos, principalmente para evitarlos siempre que se pueda.
Si bien es cierto que los artículos mal acomodados en un punto de venta pueden dar la sensación de que son más baratos (cuestión que podría facilitar la decisión de compra del cliente), los productos desacomodados en un lineal puede dar una idea de desorganización, además de que también impide que se vea claramente el insumo que se está vendiendo, por lo que es más complicado que capte la atención de el shopper.
Aunque un punto de venta cuente con un espacio reducido es importante que los anaqueles estén bien distribuidos no sólo para que permitan el libre tránsito de los clientes, sino también para que para que les permitan apreciar claramente todos los productos que se encuentran en un anaquel, pues, aunque éste esté lleno de artículos, si la vista de las personas difícilmente puede llegar a recorrer dicho espacio, entonces no sabrá qué es lo que se está ofreciendo.
A pesar de que muchas personas explican que al no colocarle precios a los productos se le invita al cliente a que pregunte por él; lo cierto es que lo mejor será en todo momento que este elemento esté visible en toda circunstancia, además, al realizar esto, se evita que la tienda tenga un mal aspecto.
Por supuesto, una mala iluminación y un un punto de venta sucio son aspecto que pueden dañar seriamente no sólo la presentación de la tienda en cuestión, sino también su desempeño.
