Si bien las empresas hoy en día continúan haciendo investigaciones de mercado tradicionales, a fin de conocer más a fondo a su target, el social media también ha contribuido de manera importante en este conocimiento del consumidor, dando la oportunidad de tener datos en menos tiempo y escuchar, de viva voz del usuario, lo que opina sobre cierto tema o saber cuáles son sus necesidades.
Pero para conocer con mayor detalle al público objetivo, es necesario que las marcas no solo hagan un análisis de los datos obtenido a través de social media, sino que además lleven a cabo social profiling, entendido como un proceso mediante el cual una compañía construye un perfil del consumidor, apoyado en la identificación oportuna de sus gustos, intereses, hábitos de compra y la forma en cómo interactúa con la empresa.
¿Cómo beneficia el social profiling a una marca?
Más allá de que el uso de redes sociales disminuya, cada año se registra una cifra incremental en su utilización y relevancia en la vida de las personas, pues al cierre de este año eMarketer ha estimado que se registre un total de 2,770 millones de usuarios de estas plataformas, cifra que para el término de 2020 podría alcanzar los 2,900 millones.
Como se mencionó anteriormente, a través del social profiling una marca puede crear perfiles de sus consumidores, esto con el objetivo no solo de conocerlos mejor, sino también para desarrollar productos, campañas y estrategias de marketing mejor segmentadas y más efectivas, con un nivel de respuesta alto.
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Adicional a esto, el social profiling brinda otros beneficios. Por ejemplo, ayuda a saber más sobre el comportamiento de los clientes y así medir el nivel engagement y ver qué usuarios están más comprometidos con la marca.
Otro beneficio es la obtención de datos reales, en tiempo récord, por lo cual la marca podrá actuar de manera más rápida ante sus necesidades y no perder relevancia.
También favorece la optimización de campañas de marketing, pues al tener información real y específica de los clientes, es posible segmentar de forma correcta y tener una comunicación y mensajes correctos.
Así mismo permite agrupar mejor a los consumidores e identificar cómo se asocian entre ellos y así crear campañas más específicas.