A pesar de que en México el e-commerce no ha crecido de manera tan acelerada como sucede en otros países de la región o en otras zonas del mundo, es claro que sí ha tenido una mayor adopción por parte de los compradores.
Datos del Estudio Anual de Venta Online 2019, desarrollado por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) muestran que el shopper ha aumentado su frecuencia de adquisición de bienes y servicios vía online. De 2018 a 2019 pasó de un 7 a un 38 por ciento su compra de manera semanal; mientras que ahora solo un 7 por ciento adquiere algo una vez al año.
Desafíos para el comercio electrónico en México
A diferencia de países de Europa, en la República Mexicana hay diversos escenarios que, hasta la fecha han obstaculizado el crecimiento y consolidación del canal de venta online.
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Uno de ellos es la bancarización, pues aún cuando Mauricio Pallares, director de Marketing de BBVA dice que la tarjeta de débito representa hoy en día alrededor del 60 por ciento de los pagos en e-commerce, todavía las tarjetas de crédito siguen en un nivel bajo.
Pero más allá de que los pagos a través de tarjetas de crédito sigue siendo una dificultad, hay otras situaciones que también detienen su crecimiento, así como la participación de más clientes y empresas.
- Conveniencia, lo cual va ligado a ofrecer los productos que el cliente requiere, en el momento que los necesita, además de contar con el método de pago de su elección y que habrá de recibir en tiempo y forma. En resumen, la conveniencia debe permitir que las compras se hagan sin fricciones.
- Garantizar la seguridad de los datos de los clientes, de manera que se generen perfiles de los clientes, se detecten sus hábitos de compra y así hacerle llegar promociones y contenidos personalizados, siempre cuidando que su información se mantenga segura y sea interpretada de manera correcta.
- Educación: ante los cambios en la manera en cómo compra el cliente y las innovaciones del canal, el director general de Rappi, Alejandro Solís, mencionó que la formación de especialistas en análisis de datos, en nuevas tecnologías y demás disciplinas que ahora son parte vital y necesarias en el buen funcionamiento del comercio electrónico.
