Para acomodar los productos en un punto de venta no sólo se consideran factores como el espacio y el tamaño de los artículos que se van a exhibir, sino que también requieren tomar en cuenta cuestiones como la caras del empaque de los insumos, su disposición en el anaquel de modo estratégico, etc. Saber cómo realizar este trabajo es vital en cualquier retailer; sin embargo, hay que tomar en cuenta ciertos elementos para que la estrategia de acomodo sea eficiente y además resulte ser lo suficientemente efectiva para incrementar las ventas.
Independientemente del tipo de exhibición que se elija y de mueble en el que vayan a ser presentados los productos, hay que tomar en cuenta una importante serie de características.
Tanto Gestiópolis como Tienda Pro coinciden en un punto muy sencillo pero vital: los anaqueles siempre deben estar llenos, pero no sólo deben tener cualquier producto, sino que deben ser aquellos que el shopper está buscando o que prefiere.
Para elegir los tipos de productos que se colocarán en un retailer hay que tomar en cuenta dos factores: debemos mostrar aquellos que cuenta con una promoción o descuento atractivo y, por supuesto, también es importante tener aquellos que se consideran básicos dentro del giro del punto de venta, de acuerdo con información de Cinco Días. Así entonces, si el establecimiento se trata de una farmacia, su surtido debe consistir en medicamentos; pero si es una recaudería, entonces debe tener productos alimenticios frescos.
De acuerdo con Gestiópolis, dos tercios de las desiciones de compra no son planeadas y se toman de modo directo en el punto de venta, por eso mismo debemos ser cuidadosos en la estrategia de acomodo de producto, pues, según comenta esta sitio informativo, los cambios en los espacios pueden modificar la atención de los shoppers respecto a los artículos que se exhiben.
Tienda Pro explica que en un anaquel debemos considerar tres nivel. En el primero de ellos deben estar los productos de alta rotación, para facilitar la compra por impulso, mientras que en el segundo estarán los abarrotes, además de aquellos artículos que los niños pueden alcanzar y solicitar con facilidad. Finalmente, en el tercer nivel se encuentran los insumos de higiene personal y de limpieza.
