Aunque este proceso de investigación y mejora ha conllevado unos costes altísimos tanto a nivel social como medioambiental que deben tenerse en cuenta para evolucionar hacia una industria textil más sostenible.
Tejidos del futuro hechos realidad
Desde hace años, la industria textil actual está dando sus primeros pasos para lograr un cambio real en sus procesos de producción aprovechando el desarrollo tecnológico para conseguir nuevos materiales que conlleven el menor impacto para el medio ambiente y, a la vez, que mejore la calidad de vida de las personas involucrados en su producción.
En este sentido, han surgido marcas como Piñatex que ha conseguido crear un tipo de tejido natural, con un aspecto similar al cuero, a partir del uso de las fibras procedentes de las hojas de piña.
Su creadora Carmen Hijosa, trabajó durante años en el diseño y manufactura de productos realizados con cuero y decidió dar un paso más allá para investigar y descubrir alternativas al cuero tradicional a través de productos hechos con fibras naturales y 100% veganos.
En su producción se intenta que los impactos sean los mínimos posibles. Las fibras son extraídas de las hojas durante un proceso llamado decorticación, que es realizado en la propia plantación por la comunidad de agricultores.
Además, el producto derivado de este proceso es biomasa que puede ser convertida a su vez en fertilizante orgánico y biogás.
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