Ante las modificaciones en imagen, formato de tienda, valores agregados y nuevas categorías de producto, panificadoras en México crecen y son más competitivas para Bimbo y Wonder.
Las empresas Epiga, Lecaroz y La Esperanza, panaderías que hace unos años contaban con puntos de venta donde se ofrecía pan de un solo tamaño y estilo, así como tiendas ubicadas únicamente en zonas populares, realizaron cambios en sus formatos y oferta panficadora, razones que les han valido para crecer de forma importante en su industria.
De acuerdo con datos de La Esperanza, en 2015, registró más de 2,500 tickets por la venta del total de sus sucursales, año en el que con dicha cifra superó a empresas como El Globo.
Información del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), muestra en los últimos 10 años, las panificadoras industriales perdieron poco más de 10 puntos porcentuales de participación de mercado, número similar al que ganaron compañías como Lecaroz, La Espiga y La Esperanza, gracias a las más de 55 mil PDV que suman entre las tres empresas.
En cuanto a las ventas totales de pan y cereales en México, Statista señala que en 2016 se generaron 171,800 millones de pesos, monto que para finales de 2017 se estimó en 181,100 millones de pesos.
Factores de influencia
Panaderías de las tres marcas mencionadas, y que con el paso del tiempo se han posicionado mejor en la industria, deben su crecimiento y preferencia del consumidor a su cambio no sólo de imagen, sino también a las modificaciones del negocio, así como su apuesta por nuevos servicios y productos.
Tener puntos de venta con nuevos productos de mayor calidad y en presentaciones gourmet, ubicación de tiendas en lugares altamente transitados, ofrecer servicios como rosticerías, y una oferta de pan más saludables, han sido elementos clave que repercuten en esta ganancia de mercado, así como en el gusto y reconocimiento del cliente.
No obstante, marcas como Bimbo y Wonder siguen vigentes y son marcas con un buen posicionamiento.
Millward Brown colocó a Bimbo como la séptima marca mexicana más valiosa de 2017, con un valor de 2,990 millones de dólares, mientras que en el ranking de Interbrand, esta empresa mexicana aparece en el quinto peldaño con 33,182 millones de pesos.