Los últimos días del 2017 y los primeros del 2018 han sido complicados para la economía mundial, en gran medida por las medidas proteccionistas adoptadas por Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Entre las medidas adoptadas por el ejecutivo estadounidense se encuentran el alza en los aranceles a países y regiones como la Unión Europea, México, Canadá y China, siendo este país (una de las potencias económicas más importantes del mundo), con la que ha mantenido más tensiones. No obstante, el pasado domingo, 2 de diciembre, se llegó a una tregua comercial entre las dos naciones, de acuerdo con medios como El País.
Como es característico el uso de la adjetivación del mandatario estadounidense, Donald Trump calificó su reunión con Xi Pinjing de increíble y productiva (además de contar con posibilidades ilimitadas para Estados Unidos y para China), en la cual se dio un periodo de tregua de 90 días para que las dos naciones solucionen la guerra comercial en la que se han enfrascado y que ha dado como resultado la escalada de aranceles a productos e insumos de una y otra nación.
La tregua entre Estados Unidos y China ha detenido, al menos por unos días, el alza en los aranceles que tenía planeados implementar el gobierno norteamericano; por su parte, las autoridades chinas comentaron que comprarán más productos de origen estadounidense.
Por su parte, Donald Trump comentó que el gobierno chino se comprometió a reducir y eliminar los aranceles al sector automovilístico estadounidense, aunque no se ha dado una confirmación oficial en sobre esta situación por parte de China.
La escalada de aranceles por parte de los gobiernos chino y estadounidense han hecho que algunos de los precios e industrias (como la automotriz) se hayan visto afectados; lo cual, en definitiva, tiene un impacto también en el consumo.
Con esta tregua entre las potencias económicas, las bolsas asiáticas se han posicionado como una de las principales beneficiadas, las cuales presentan sus indicadores en verde.