Estados Unidos anunció una serie de sanciones contra Rusia por presuntamente intervenir en el proceso electoral de este año a través de ataques cibernéticos.
El presidente Barack Obama dio a conocer los “castigos” que afectan a diplomáticos y entidades, como lo es la agencia de seguridad rusa y su dirección general de inteligencia.
En una declaración, el mandatario estadunidense afirmó:
Estas acciones siguen a una serie de advertencias públicas y privadas que enviamos al gobierno ruso; y representan una respuesta necesaria y apropiada a los esfuerzos para lastimar los intereses de EU, violando las normas internacionales de conducta establecidas.
Desde antes de la realización de las elecciones presidenciales, el pasado 8 de noviembre, la Casa Blanca e instituciones de seguridad en Estados Unidos señalaron la posible intervención de entidades gubernamentales rusas en el proceso electoral.
La sospecha surgió a partir del hackeo a correos electrónicos a la Convención Nacional Demócrata que socavaron la preferencia a Hillary Clinton, la candidata de ese partido, en favor de su contendiente republicano Donald Trump.
Por su parte, Trump negaba vagamente si tenía relación alguna con el presidente ruso Vladimir Putin, aunque negó que hubiera un hackeo y enfocó sus ataques basado en las filtraciones de los piratas informáticos.
En el mismo día del anuncio de las sanciones, el magnate y hoy presidente electo minimizó las acusaciones sobre la presunta intervención rusa en las elecciones que le dieron la victoria. Afirmó además que, con respecto al caso, los estadunidenses deberían “seguir con sus vidas”.
Donald Trump se impuso con 306 votos electorales en los comicios del 8 de noviembre ante Hillary Clinton, quien se quedó atrás con 232 votos electorales, esto dentro del sistema electoral en el vecino del norte.
