Con el propósito de marca de “preservar y compartir las recetas tradicionales de la cocina mexicana como patrimonio y herencia de México para el mundo”, Doña María es parte de los hogares mexicanos, se ha mantenido presente en la mente y alacenas de los consumidores a lo largo de varias décadas, gracias a sus valores como “naturalidad, familiaridad, tradición y orgullo por México”.
Adriana Martínez Reyes, Grouper Marketing de Doña María compartió en entrevista para este medio un poco de los 80 años de historia que han formado esta marca 100 por ciento mexicana que con su sabor y calidad se ha convertido en un referente de la cocina mexicana. El mole Doña María es una creación emblemática y representativa de la cultura mexicana que surgió en San Luis Potosí en la primera mitad del siglo XX, por Doña María Nicoux, nativa visionaria emprendedora que dio origen a esta marca legendaria.
“Ella y su marido Don Pedro Degetau, acostumbraban a deleitar a familiares y amigos, la mayoría extranjeros, con un mole que preparaba ella misma, lleno de sabor, cuidado y cariño. Debido a su gran aceptación decidió comercializarlo, construyendo una pequeña fábrica en una casona en el centro de la ciudad de San Luis Potosí. Pronto el mole Doña María alcanzó un rotundo éxito, convirtiéndose no solo en líder nacional, sino que también cruza las fronteras para convertirse en una marca de mole de renombre internacional”, cuenta Adriana Martínez.
Y agrega que durante todo este tiempo Doña María ha conservado el sabor auténtico de las recetas de mole, “dándole la oportunidad a todos de prepararlo, por lo que ha sabido adaptar la tradición al mundo actual cuidando las tradiciones y el sabor de la cocina mexicana, resguardándolas para forjar un mundo de respeto y valores y es por eso es la guardiana de la cocina mexicana y una de las consentidas de los mexicanos”.
Doña María ha logrado consolidar una afinidad con los mexicanos gracias a que es una marca democrática que le habla y se conecta con todos los mexicanos: “es como esa Doña que hay en todos los hogares, es auténtica, experta, confiable, cercana que te acompaña en los momentos más importantes, te consiente, te inspira, te hace sentir orgulloso de ser mexicano, de tus tradiciones y origen”, afirma Adriana.
Y es que “Doña” es un vocablo de origen hispano, empleado de manera protocolaria que antecede al nombre de la persona y que se usa como una expresión de respeto, cortesía, distinción social o cuando una persona es muy inteligente. Y es un distintivo del alto poder que tiene la marca, como gran activo ya que actualmente se encuentra entra las marcas consentidas de los mexicanos.
“Una de las principales características de esta marca es un vaso de cristal donde se empaca el mole, 6 de cada 10 hogares mexicanos guardan en sus alacenas estos vasos, usándolos como cualquier otro traste de cocina, por lo que Doña María siempre está en el centro de las mesas acompañando a las familias”, comenta Adriana Martínez.
Los factores clave para el posicionamiento de esta marca han sido su receta y sabor únicos, así como su identidad de marca plenamente definida que ha contado su historia, sin perder contemporaneidad ya que es una marca que ha sabido evolucionar y combinar la tradición con la modernidad.
“Nació de la tradición, pero se adaptó a nuestros tiempos, con líneas de productos actualizadas, que cubren las necesidades de sus consumidores en cuanto a sabor, practicidad, portabilidad y momentos de consumo, ofreciendo soluciones innovadoras que preservan las auténticas recetas de la cocina mexicana como lo son nuestras nuevas Salsas para guisar con sabores como Pibil, Pastor y Tinga“, refrenda Martínez Reyes.
Por otro lado, en su comunicación siempre ha buscado enaltecer el orgullo de ser mexicana y expresarlo a través de su cultura, raíces y tradiciones, colocándola como una marca líder, experta y confiable, de gran estima entre los consumidores.
