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Una de las preguntas mas recurrentes en la cultura posmoderna es cuestionarse acerca de cuál será el próximo gran paso del cine.
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Para 2017, la realidad virtual parecía ser la respuestas, sin embargo el coronavirus ha traído y formulado sus propias conclusiones: el streaming.
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plataformas como Netflix ya no les interesa el cine como concepto, más que para cumplir con los requerimientos de la academia. Por ejemplo el estreno de Emma, Trolls o el Hombre Invisible salieron en el mercado de Estados Unidos de manera streaming y bajo el concepto de alquiler.
Una de las preguntas mas recurrentes en la cultura posmoderna es cuestionarse acerca de cuál será el próximo gran paso del cine, algunos apostaban por la realidad aumentada, hacer del cine una experiencia más vivida, donde el publico sea parte de la historia de una manera más intensa.
Por ejemplo aparecieron propuestas como la hecha por Alejandro G. Iñárritu, Carne y Arena, donde a través de la realidad virtual el público se sumergía en una experiencia distinta a lo ofrecido, y con el trabajo fotográfico de Emmanuel Lubezki.
Para 2017, la realidad virtual parecía ser la respuesta, sin embargo el coronavirus ha traído y formulado sus propias conclusiones: el streaming.
Nuevas propuestas en el escenario poscoronavirus
El coronavirus ha sido la reafirmación de aquellas negativas de tu padre por ir al cine y decirte, “hay demasiadas personas y prefiero quedarme en la comodidad de mi casa”, el modelo del streaming ya resulta muy atractivo para la industria, y en parte gracias al Covid.
La crisis del coronavirus ha tenido como consecuencia un elevado numero en la demanda de contenido streaming , los cines han cerrado y han empujado a que gran parte de la industria del cine se incline por el streaming como medida para contrarrestar el impacto.
En la actualidad todo fluye mucho más rápido, plataformas como Netflix ya no les interesa el cine como concepto, más que para cumplir con los requerimientos de la academia. Por ejemplo el estreno de Emma, Trolls o el Hombre Invisible salieron en el mercado de Estados Unidos de manera streaming y bajo el concepto de alquiler.
Estudios
Un estudio ha establecido que los consumidores más jóvenes son quienes están empujando estas formas de consumo, 6 de cada 10 consumidores de 18 a 34 los están dispuestos a pagar por una película en streaming aunque se acabase de estrenar en el cine y esté en taquilla en el cine.
Ademas un 67 por ciento estaría dispuesto a pagar entre 15 dólares, poco más de 300 pesos. Un 65 por ciento podría pagar 25 dólares, es decir 560 pesos, y un 57 por ciento pagar 50 dólares, es decir por encima de 1,121 pesos.
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Mercado mexicano
Pero en México el mercado es muy diferente, si bien sí ha crecido la demanda streaming, en el país 5 de cada 10 usuarios de plataformas aún no respeta los derechos de autor y recurre a herramientas streaming de manera ilegal, según estimaciones de ClarkeModet.
Por ejemplo Avengers End Game fue descargada millones de veces, sin importar su pésima calidad. Durante 2019, en México, se reportaron pérdidas por 110 millones de dólares, por el concepto de piratería, es decir al país le cuesta 2,1 millones de dólares en pérdidas.
