Para muchos la publicidad todavía es sinónimo de aspiración. Promocionan sus productos de tal forma que buscan que sus consumidores potenciales los quieran y deseen a toda costa. Sin embargo, en qué momento la aspiración fomenta el anhelo de un estereotipo que puede ser incluso dañino para la salud mental o para la autoestima.
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Veamos el caso de Vicky Form:
Acompañada de diferentes estrategias de mercadotecnia, Vicky Form lanzó su nueva campaña “Sexy y lo sabes”, la cual presenta una renovada imagen de la mujer actual, según la concepción de la marca.
En su Manifiesto “Mi destino lo decido yo”, la marca busca reconocer la evolución de la mujer actual, llena de actitud frente a la vida.
Mira el Manifiesto Vicky Form #SexyYLoSabes
Hasta aquí, la marca de lencería muestra a las mujeres como protagonistas de su propia vida, punto a su favor en relación con su objetivo. Pero ahora veamos esto:
Este es el nuevo spot de la marca, donde se ve a una mujer jugando en un parque con su perro, cuando repentinamente éste se arroja al agua en busca de su pelota. Ella se despoja de su vestido para lanzarse al agua y ayudar a su amigo, dejándonos ver su coordinado de la marca. El detalle no es la historia sino la manera en cómo el spot de la marca vende a una mujer completamente estereotipada.
En BTL, para fomentar valores, acrecentar el “empoderamiento femenino”, como dice la marca, y sobre todo crear vínculos emocionales con ésta, no es necesario recurrir al estereotipo aunque se trate de una marca de lencería, pues lejos de hacer que las mujeres se sientan cómodas y seguras con su cuerpo, pueden permear el mensaje contrario.
Finalmente veamos la belleza real:
