El pasado 2 de diciembre el ídolo de los niños se dejó ver en el Zócalo capitalino, donde no se tomó precisamente fotografías con los niños, sino que suplicó y pidió perdón por “promover” el consumo de refresco, el cual ha causado muerte en todos los mexicanos.
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El hombre vestido de Santa, compartió ante todos los presentes haber estado “secuestrado” por la marca de refrescos desde 1931, a la cual manifestó su renuncia y exigió a la refresquera, un etiquetado de calidad para prevenir a la gente de dicho producto.
A este “evento”, acudió Alejandro Calvillo, director de El poder del consumidor, quien se manifestó de manera clara y pacífica contra el gobierno federal, para que establezca un etiquetado de advertencia en estos productos.
Se pudo notar que “Santa”, asistió con un pie vendado, notoriamente enfermo y acompañado de una andadera.
