El engagement se refiere al compromiso que puede establecer una marca con su audiencia. “Es la capacidad de la marca para involucrar a la audiencia y crear un compromiso a largo plazo”, señala Cyberclick.
En otras palabras, el engagement no trata solo de las cifras que una determinada marca puede alcanzar con la implementación de sus estrategias, va más allá de cuestiones estadísticas. Se trata de generar en el usuario una responsabilidad con la marca, que se tangibiliza en acciones que contribuyen a la permanencia de actuales clientes, así como el crecimiento de la comunidad online y el interés por la marca.
El reporte Leveraging the Value of Emotional Connection for Retailers de Motista, señala que los consumidores con una conexión emocional con una marca tiene un valor de vida más alto, al permanecer con una marca un promedio de tres a cinco años, además muestran tasas de recomendación mucho más altas, alrededor de un 70 por ciento.
Una de las afirmaciones que especialistas en marketing utilizan es que las generaciones más jóvenes son las que tienen totalmente el poder en sus decisiones de compra, y los millennials es uno de los principales focos de interés.
Los millennials son una generación que adoptan la tecnología con mayor rapidez y comprenden sus beneficios. Según una encuesta de Deloitte, 71 por ciento de los millennials se sienten positivos sobre el uso que emplean de sus dispositivos móviles y redes sociales. La oportunidad de las marcas están en superar sus puntos de dolor y generar una buena experiencia de compra o comunicación, con la finalidad de proveer a las interacciones digitales un mayor valor al consumidor.
De acuerdo con el reporte The State of Customer Loyalty in 2018 de Yotpo Voice, el 55 por ciento de los consumidores dijo que el factor de lealtad dominante fue la calidad del producto.
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