¿Hoy qué importa más? A Los clientes los noto indecisos, un poco perdidos y hasta descontrolados. Pero quizá a los que noto más descontrolados es a los que controlan y emiten el consumo.
Sí, a los grupers y gerentes de producto de Colgate, Unilever o P&G, etc. Los veo calculando costos y precios, re configurando sus presupuestos, incrédulos ante tanto cambio del comportamiento de los clientes.
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Este 2014 marcará nuestras vidas de diferentes formas y lo veremos reflejado en el consumo y en la forma como se comunican las marcas. Hay algunas variables que delatan a estos cambios de paradigmas en Latinoamérica y México.
La economía mundial está debilitada y sufre de cierta anemia vital, esto ocasiona en casi todos los segmentos exista un miedo e incertidumbre que obligue a auto vigilar la compra y que la frene un poco, no importa el producto que compremos, desde un cepillo de dientes hasta una casa o propiedad, los clientes están observando los precios y estos será un detonador importante para la compra.
Este tipo de variables serán más importantes que el mismo producto y la plaza. Los clientes ya no tienen tanto dinero como antes y ya no les dura tanto. El precio sujetará muchas de las decisiones de vida y de compra.
Otro hilo conductor de los clientes será la seguridad: robos, revueltas, rebeliones y cambios abruptos de gobierno. Este tipo de sucesos pondrán nerviosos a nuestros clientes a y frenaran ciertas decisiones.
¿Qué nos queda? Sintonizar mejor nuestros mensajes, ser positivos y emotivos en nuestras interacciones con los clientes y más que una amenaza –que ya tendrán muchas-, un gran encuentro. Así es la vida y la mercadotecnia, más humana quizá que muchos que caminan por allá afuera todos los días y que aparentan estar más muertos que en vida.