Emprender puede ser la mejor decisión para unos y un calvario para otros. No es fácil salir de una zona de confort en la que probablemente tienes un horario fijo, un ingreso seguro y prestaciones que te corresponda por ley.
¿Has escuchado la frase “el que no arriesga no haga”? ¡Cuánta verdad hay en ella! Poner tu negocio podría no salir como esperabas, aunque también podría superar con creces tus expectativas; el resultado lo sabrás sólo si te arriesgas a emprender.
Ser primerizo manejando un negocio nos hace propensos a cometer errores que con la experiencia se van puliendo, pero veamos resultados son los más comunes:
Errores que se menosprecian al iniciar un negocio
1. La imagen vende y vende mucho. Imagen no sólo es cuestión de la publicidad que le hagas a tu producto / servicio, sino que prestes atención a los detalles.
Por ejemplo, si vendes galletas, no es lo mismo que entregues algunas galletas quemadas en una bolsita de celofán y una liga para cerrarla comparado con las mismas galletas, pero quitando las quemadas, using un listón en lugar de una liga para cerrarlas, agregando una nota de agradecimiento como detalle para el consumidor, entregadas finalmente en otra bolsita más presentable que sólo la de celofán.
Sin embargo, debes considerar también tu apariencia física, tu lenguaje, modales, actitudes y comportamientos. Este conjunto de características forma una imagen de ti y de tu negocio. ¿Qué es lo que quieres transmitir de tu trabajo?
No se trata de vestir con traje y usar un lenguaje refinado, se trata de empatar lo que dices con lo que haces.
2. Desconocimiento del mercado. Por mencionar sólo un ejemplo de muchos… Me ha tocado ver papelerías en calles escondidas… vaya, en zonas poco comerciales en donde esas necesidades podrían ser mínimas. Esto no significa que no tendrán ventas, pero si las tienen es muy probable que sean bajas.
Antes de lanzarte como el borras, investiga quiénes más hacen lo que tú (o algo muy parecido), sondea los costos del mercado . No quieras llegar imponiendo tu negocio con precios ridículos que pueden estar por encima o por debajo del mercado. Si das caro y eres nuevo, probablemente tendrás pocas ventas al carecer de un respaldo que avale tu trabajo.
Si das barato y eres nuevo, harás pensar que tu producto / servicio es deficiente.
3. Desconocimiento de finanzas básicas. No necesitas estudiar economía o tener una maestría de negocios en Harvard. Aprende lo elemental de un negocio para sobrevivir, por ejemplo:
– Gastos fijos: son aquellos que no puedes dejar de cubrir. Podríamos decir que son de carácter obligatorio, por ejemplo:
o Luz
o Agua
o Renta de un espacio en caso de necesitarlo
o Telefonía / Internet
o Gas
o Alimentos
o Etc.
– Gastos variables: son en esencia gastos que no se pueden anticipar, pero que en algunos casos se puede vivir sin ellos, por ejemplo:
o La refacción de algún aparato que uses para tu negocio
o Una cita con el doctor
o Etc.
No todo el dinero que entra al negocio es ganancia. Debes administrarlo según tus gastos. Y por el amor de Dios, no te endrogues con préstamos si no los necesitas. Procura comprar cuando tengas la liquidez suficiente de manera que no estés pidiendo prestado y no saques créditos que a la larga te podrían endeudar.
4. Establécete y expándete. No quieras empezar abarcando un montón de servicios y productos que ni tú conoces a profundidad. Empieza con lo que dominas, paulatinamente amplía la gama. ¿Cómo sabrás qué tendrá éxito y qué no? Nada te lo garantiza; sin embargo, puedes hacer pruebas al ofrecer X o Y servicio / producto; la reacción de la gente o las ventas te darán la pauta.
O bien, puedes establecer contactos que sí son expertos en otras áreas de manera que pueden intercambiar trabajos llegando a un acuerdo económico benéfico para las partes involucradas.
De ahí la importancia de conocer bien el mercado al que vas dirigido. No le quieras vender peines a los calvos.
Conclusión
Habrá ocasiones excepcionales en las que tus gastos serán superiores a tus ingresos por razones muy específicas; no obstante, si no ingresas más de lo que gastas, no es negocio.
Vale la pena que inviertas tiempo y dinero para mejorar tu imagen física así como en mercadotecnia para posicionar tu producto / servicio. Investiga qué necesita la gente y evalúa si tienes la capacidad de ofrecérselos. No quieras poner un negocio sólo por poner, podrías echar a perder el ahorro de años por no investigar previamente las necesidades del mercado al que quieres llegar.
Si te consideras un mal administrador con la lana, contrata a alguien de extrema confianza que pueda manejar el dinero de una forma correcta en la que el negocio sobreviva de la forma más holgada posible.
Y finalmente checa la calidad de tu producto o servicio. Puedes hacer bien el resto de los pasos, pero si lo que ofreces es deficiente, al ahí se va, using insumos de baja calidad, de nada habrá servido el resto de tu trabajo previo.
¿Verdad que no son nada complejas las recomendaciones para iniciar un negocio? La pregunta es cuántos toman en cuenta estos aspectos tan básicos…