Una de las estrategias que ayuda a fidelizar y mantener un contacto inmediato con el clientes es el email marketing, subcategoría de la mercadotecnia directa.
Con una estrategia de email marketing, una marca puede llegar a sus clientes mediante contenido personalizado, relevante y que tenga sea útil para el cliente, ya sea que se le envíe información de promociones o sobre cambios en la empresa, o contenido de valor, que maneje sutilmente un objetivo comercial.
Durante 2016, el gasto destinado a estrategias de email marketing ascendió a 2,470 millones de dólares, sólo en Estados Unidos, cifra que al término de 2017 podría llegar a los 2,670 millones de dólares, según pronósticos de Statista.
Email marketing y mailing, ¿son lo mismo o no?
Hacer envíos de correos electrónicos, sin tener un plan estratégico ni objetivos bien delimitados, no es sinónimo de una campaña de email marketing, pero tampoco se asemeja al mailing.
Ambos conceptos podrían entenderse como términos y estrategias iguales pero, aun con un nombre similar, no son lo mismo.
Por email marketing se entiende aquella campaña que una empresa diseña para hacer llegar contenido de valor a sus clientes habituales y potenciales, a través de una serie de correos electrónicos, que son enviados a cierta hora, con determinada intención, y que pueden contener información con fines comerciales o informativos, pero siempre ofreciendo contenido de interés para los clientes.
Al implementar una estrategia de email marketing, la marca en cuestión previamente hace una segmentación de su target para tener una mayor certeza de que su correo llegará a clientes frecuentes, y con ello buscar que se tornen leales.
Por otro lado, cuando se habla de mailing, se trata de un envío masivo de emails, donde la segmentación del mercado no necesariamente existe, sólo se considera una base de datos, pero no hay una selección previa de aquellos contactos que son consumidores frecuentes.
Además, con una campaña de este tipo la empresa regularmente envía contenido publicitario, además de que no necesariamente está personalizado, como sucede con una estrategia de email marketing.
Una de las desventajas del mailing es que, dado su envío masivo, el usuario que recibe puede catalogarlo como spam, o su misma cuenta de correo puede hacerlo ver así, lo cual disminuiría el nivel de apertura de un correo electrónico.