Falta poco menos de una semana para las elecciones, tanto federales como locales de este 2018, en las cuales se disputarán 2,777 puestos de elección popular, entre los que destacan la titularidad del poder ejecutivo. Entre precampañas, intercampañas y campañas, hemos podido ver en cerca de 200 días la evolución de las preferencias electorales de los candidatos presidenciales. Si hacemos caso del promedio de las encuestas, Andrés Manuel López Obrador se ha mantenido con una tendencia a la alza en las preferencias electorales. ¿Esto implica que su marketing político ha sido impecable? ¿Cuáles han sido sus aciertos y fallos durante su campaña? En las siguientes líneas haremos un preve análisis al respecto.
A diferencia del resto de los candidatos, Andrés Manuel López Obrador no comenzó su campaña desde el periodo de precampañas, sino que debido a que esta es la tercera vez que contiende por la presidencia, está más que bien posicionado en la mente de los electores.
El abanderado de la coalición Juntos haremos historia ha tenido la oportunidad de fortalecer su branding desde hace doce años y ha aprendido de sus errores en campaña que lo han afectado considerablemente en contiendas pasadas. Por este motivo, lo hemos visto considerablemente más mesurado en actos públicos como, por ejemplo, los debates.
Sin duda alguna, la polarización sistema-antisistema y el rechazo al Partido Revolucionario Institucional representado por Enrique Peña Nieto es uno de los factores que también le han ayudado a hacerse de más del 50 por ciento (promedio entre las encuestadoras) de las preferencias electorales.
Sin embargo, la viralización de contenidos ha sido una de las estrategias de marketing interactivo que más impacto positivo han tenido en la campaña de Andrés Manuel López Obrador. Los usuarios ha distribuido información que fortaleció su imagen pública y debilitó la del resto de los candidatos.
Sin embargo, existen muchos desaciertos en la campaña de Andrés Manuel López Obrador. Quizá uno de los más importantes es la falta considerable de claridad en sus planes de acción. Si bien, una de sus propuestas fundamentales es el combate a la corrupción y la autosustentabilidad nacional, lo cierto es que no explica con claridad qué y cómo lo va a hacerlo. Motivo por el cual ha perdido mucho apoyo entre ciertos sectores de la sociedad mexicana.