Ese absurdo pretexto del “bajo presupuesto” para no crear una gran campaña. Todos lo hemos escuchado una y otra vez. Es más, quizá también lo hemos empleado, tratando de con ello excusar nuestro trabajo, denotando falta de experiencia y de creatividad.
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La buena noticia es que aprendemos. Que como profesionales del marketing estamos abiertos a todo lo que pasa en nuestro alrededor, a observar casos de éxito, a analizar y reconocer prácticas eficaces y a echar mano de los tres componentes que juntos, representan un gran antídoto para “la fatídica y gastada excusa del bajo presupuesto”.
Así es, no hay engaños, tampoco fórmulas mágicas, aunque si, debo advertir, es necesario añadir cucharadas soperas de talento. Una vez teniendo el ansiado talento a la mano, basta con agregar los tres ingredientes primarios:
1) Activos Propios. Quizá no haya presupuesto pero si mucho valor en tu compañía. Valor que puede traducirse ya sea en productos o materia prima que es valorada por otras compañías, o bien, servicios que pueden ser muy apreciados por los demás. Me refiero a esos excedentes, conocimiento o espacios libres que puedes aprovechar. En el caso de los hoteles, por ejemplo, a esas habitaciones que de acuerdo al área de revenue management de la compañía, no se venderán por el factor de ocupación estimado, pero qué son muy útiles para armar una promoción cruzada con otra empresa que te complemente para así maximizar esfuerzos y al final, vender más.
2) Alianzas estratégicas. Ya adelante sus beneficios implícitos en el primer punto, pero el secreto está en mantener dichas relaciones para crecer los esfuerzos conjuntos, con una adecuada negociación “ganar-ganar”, que es crucial para definir el éxito o fracaso del esfuerzo promocional. Es importante que las empresas involucradas compartan los mismos valores, objetivos y mercado meta, para crear una comunicación coherente y beneficios atractivos para ese shopper que comparten.
3) Creatividad. Es el equivalente a la presentación del platillo para el chef. El elemento que abre el apetito del shopper y hace que la alianza promocional sea única y con beneficios auténticos. Eso que muestra de manera apetecible un verdadero valor agregado para el comprador.
La unión de dos marcas o beneficios no sucede todos los días y puede generar un bien conjunto realmente apreciado por el mercado meta.
Así como surgieron muchas globalizadoras de viajes y paquetes de viaje todo incluido, existen muchos otros productos o servicios que bien pueden relacionarse para unir fuerzas y vender más. Pero también, una alianza bien conformada es un remedio eficaz para ese terrible mal que adolece la mayor parte de los departamentos de marketing: el bajo presupuesto.