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El turismo demanda personalización.
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Los consumidores prefieren comprar un producto si han participado en una experiencia de marca.
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Las generaciones más jóvenes demandan ofertas personalizadas.
En la industria del turismo uno de los valores más apreciados por los consumidores es la personalización del servicio. En las últimas décadas, “las experiencias” fueron un elemento primordial de los servicios que ofrecía un hoteles o restaurante en algún lugar del mundo.
Pero a medida que el consumidor requiere un servicio ajustado a sus necesidades es importante para las marcas generar estrategias para entregar un mayor valor a sus clientes.
Una encuesta publicada en el reporte What This Fake Brand’s Pop-Up Can Teach Us About the Power of Events de Bizbash, señala que 73 por ciento de los consumidores estadounidenses prefieren comprar un producto si han participado en una experiencia de marca.
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Pero para que una oferta se convierta en un producto o servicio más relevante para el consumidor es importante que en el proceso intervenga la personalización, con la finalidad de desarrollar una economía de servicios lejos de los commodities, y añadir características que añadan valor al cliente.
Conectar de forma memorable y personal con el consumidor en el sector turismo es un reto. En entrevista, Rafael Tovar Lehmann, director comercial de Hotel Umbral, dijo que el sector se enfocará cada vez más a las experiencias, porque el consumidor es quien demanda cada vez más experiencias.
En especial, con generaciones más jóvenes como los millennials, que comienzan a ser una fuerza de compra importante, y que además es un segmento que demanda una oferta personalizada en el mercado.
“Ha quedado atrás el concepto de hotelería antiguo donde una infraestructura vistosa, cuartos y servicio impecables eran suficientes”, afirmó.
En México, el sector turismo es una industria importante para la economía. De acuerdo con el Inegi, entre los principales servicios que genera la actividad turística destacan alojamiento, transporte de pasajeros, servicio en restaurantes, bares y centros nocturnos, bienes y artesanías, así como comercio.
