Este mes InformaBTL cumple 6 años, y lo festeja llevando a sus lectores la opinión de los expertos sobre las nuevas tendencias y estrategias en el medio. Te presentamos la última entrega de esta serie de colaboraciones especiales.
Por Carlos A. Cantú
Director Ejecutivo de Servicios Creativos de Cheil Worldwilde en México
Twitter: @galancantu
Basta con darle una hojeada a los postulados de David Ogilvy o Bill Bernbach, que durante tantos años fueron máximas incuestionables; para dimensionar la magnitud de la revolución que atraviesa la industria publicitaria.
Las “reglas de oro” de los publicistas finalmente han caducado. Emocionante ¿no?
Mucho se ha hablado, primero de la caída de la frontera entre el ATL y el BTL; luego de la caída de la frontera entre la publicidad tradicional y la publicidad digital. Para mí es claro que el foco de la discusión no pasa por dichas “zonas fronterizas”. En mi opinión la discusión fundamental debe ser  sobre el rol que tiene que jugar la marca hoy en día.
Las marcas han alcanzado poderes insospechados y sin embargo, hoy más que nunca, el consumidor tiene el poder sobre ellas. Durante años los publicistas le temíamos a ese implacable dispositivo llamado control remoto. Hoy las personas han cambiado ese control remoto por un mouse, un teléfono celular, una tableta. Ya no se trata sólo de seleccionar el contenido, hoy las personas pueden seleccionarlo, transformarlo, crearlo y sí, destruirlo.
Sin embargo también hoy, las marcas cuentan con una ventana que mira hacia la vida de sus consumidores desde que estos se levantan y aún mientras duermen. Los dispositivos móviles están llenos de fotos, música, videos y aplicaciones; pero también de oportunidades para las marcas. No las desperdiciemos.
Las personas ya no juzgan a una marca en base a lo que ésta dice, ahora la juzgan, en base a lo que la marca hace. Dicho de otra manera, ya no podemos pretender decirle a los consumidores como vivir su vida, necesitamos buscar la manera de agregarle valor a la vida de estos.
Las posibilidades que tiene una marca para hacer algo por la vida de una persona a través de su dispositivo móvil son literalmente infinitas. Pensemos por un instante cuantos usos distintos le damos a nuestro smartphone a lo largo del día; en mi caso es despertador, periódico, agenda, recordatorio, cuaderno de anotaciones, centro de entretenimiento, meteorólogo, astrónomo, a veces astrólogo, mapa, linterna, consejero y hasta teléfono. Pues entonces, en mi caso esas son algunas de las oportunidades que le da mi teléfono a una marca de hacer algo por mí.
La pregunta no es qué puede hacer una marca a través del dispositivo móvil de su consumidor, sino qué es lo que quiere hacer por él.