Las activaciones de marca tienen su encanto. Uno de sus principios es lograr el contacto directo entre el consumidor y la marca, antes, durante o al momento de la compra. Sin embargo, llevar la promesa de la marca a cualquier punto de interacción es un reto incluso para la agencia con más recorrido en la industria.
Como dijo Peter Drucker, “una empresa tiene dos, y sólo dos, funciones básicas: el marketing y la innovación, que producen resultados. El resto son costos”. No obstante, la idea es: generar contacto con el consumidor, que, en última instancia, debe ser a través de las emociones.
Para lograr esto, es necesario asociar la activación con la personalidad de la marca, y realizar la interacción en el momento y lugar preciso, y así tener la atención del cliente, para llevar a cabo el objetivo de la marca.
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