Como muchas cosas en la vida, cuando no se es consecuente con la meta alcanzada, cuando se pierde de vista o se desatiende la misma, es muy probable que se pierda. Esto pasa así con los resultados de una empresa, con nuevos procesos o con cualquier hito que se haya logrado si no se cuidan y se continúa trabajando, eventualmente desaparecen.
Para continuar con mi serie de columnas en las que abordo en tema de la transformación digital, ahora hablaré de la importancia del seguimiento y por qué este es necesario para asegurar que los esfuerzos, las inversiones y los resultados no se pierdan y sean desperdiciados.
Dar seguimiento a la terminación de un proyecto es clave para llegar a los resultados que se proyectaron durante planteamiento del proyecto o solución, descuidar el proyecto una vez implementado es una negligencia grave y consecuencia clara de la falta de madurez digital (de la que hemos hablado anteriormente en otras columnas), por tanto, se debe plantear desde el inicio un mecanismo claro para asegurar el buen funcionamiento de la implementación y esto es a través de un buen seguimiento.
A continuación, describo los 3 puntos principales para un buen seguimiento:
Definición de KPI’s o indicadores: En este primer punto se debe estudiar dónde se verá el impacto de la innovación, la pregunta clave es ¿para qué estamos haciendo la mejora?, entonces: ¿se busca una reducción de tiempo de proceso? ¿una mejor comunicación con el cliente? ¿una simplificación en el proceso de compra? Así, cuando se responda lo que se debe mejorar, se podrá proponer un KPI alineado a lo que se desea medir para ver que el cambio sea en la dirección que se planteó. Recordemos que lo que no se mide, no se puede mejorar.
Monitorización de datos: Una vez que se tiene claro lo que se va a medir, se debe asegurar tener los datos necesarios para hacerlo, de nada sirve querer mejorar el tiempo de respuesta para el proceso de compra, si no se tiene forma de saber el tiempo que tarda el cliente formado en una fila o navegando por tu página. Por ello es que la obtención de datos es vital para dar un seguimiento oportuno, tanto previo a la implementación como posterior a la misma, de esta forma al monitorear constantemente los datos se podrá identificar el cambio.
Evaluación e iteración: Ya se tienen los KPI’s y se tienen los datos, ahora sólo resta evaluar si el efecto es el deseado, si todo va alineado a lo que se quería lograr, significa que va por buen camino y sólo habrá que continuar monitorizando y evaluando. Para los casos en los que no se vea un resultado positivo se deberá iterar, es decir, modificar el plan de acción y ajustar de acuerdo a los datos en el punto donde se vea que el proceso o innovación esté fracasando.
Como lo dije anteriormente, un buen seguimiento puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso y, si bien ahora lo acoté a la transformación digital, aplica para cualquier proceso o cambio que se haga dentro de la empresa o negocio.
Aprende a plantear y dar un buen seguimiento para ser consecuente y el éxito te seguirá a donde vayas.