A este punto ya nos han hablado o conocemos acerca de las diferentes generaciones (baby boomers, Gen X y Z) ahora todas estas generaciones conforman una sola…la Gen D-ivided, a la que las organizaciones definitivamente deben mirar más profundo ya que el presente muestra un mundo polarizado a nivel global e incluso individual, en constante búsqueda de lo “políticamente correcto” y la libertad de expresión en medio de la masificación.
Generational Divided o “brecha generacional” según el Institute of International Studies son personas de distintas generaciones que forman un colectivo, el cual toma un rol en actividades económicas, laborales y sociales pero que presenta diferencias internas más allá de variables demográficas (edad, sexo, nivel socioeconómico); estas diferencias son más profundas porque va de por medio su ideología, sus criterios, intereses y preferencias de consumo.
Esta emergente generación conformada por todas las generaciones a partir de los baby boomers, ahora comparte productos, servicios, redes sociales, tendencias y espacios laborales, razón por la que el mejor regalo que pueden darle las marcas es investigar sus intereses, adecuar la oferta y personalizar su mensaje entorno a sus intereses y preferencias de consumo.
El reto para las organizaciones comienza en cuanto se habla de integrantes con diferentes rasgos y criterios de compra. Según AdAge mientras que los baby boomers presentan rasgos idealistas, la Gen X es materialista, los millenials tienen una mentalidad más global y la Gen Z no muestra rasgos definidos. A su vez, reveló que la proporción de personas que creen que las marcas deben ser “audaces y valientes” fue de 58% frente al 56% que prefiere sean “sensatas y conservadoras”.
Aunque la Gen D se muestra en una disyuntiva interna constante, hay rasgos que la unifican, como el ser una generación compleja, la evolución de su identidad, el adecuar su personalidad y objetivo en función del contexto, su negativa al statu quo, la búsqueda de alternativas al ajetreo y acumulación bienes y selectividad de fuentes fiables y en formas digeribles.
Las marcas deben ir más allá de lo visible, y adentrarse en particularidades y rasgos de la Generación D, mediante el monitoreo de experiencias de los usuarios, social listening, guías éticas y KPI’s para lograr adaptar y personalizar su oferta e impulsar la selección de compra de cada integrante de dicha generación a favor de la marca, al destacar su relevancia y diferenciadores.
Tras la diversidad de opiniones, necesidades, canales para comunicar y perspectivas, el marketing y las relaciones públicas deben estar ahí para desarrollar marcas que satisfagan a su comunidad, sean relevantes, creen contenido de valor que las posicione y consoliden su reputación sin importar si están frente a una Generación A, B, C o incluso Gen D.
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