El marketing hace uso de la Biología y otros aspectos de la naturaleza humana para lograr esa conexión emocional que se busca entre la marca y el cliente.
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La naturaleza es muy sabia, y los humanos y la mayoría de animales al nacer tenemos los ojos y la frente grandes, esto provoca una enorme ternura y logra que los padres quieran proteger, abrazar y cuidar a la crías, en lugar de comérselas o dejarlas abandonadas.
¿Recuerdan el gato con botas de Shrek o la ardilla de La Era de Hielo cuando hacen cara de ternura? ¿Recuerdan la cara de los perros cachorros en una tienda de mascotas?
Algunas marcas han diseñado sus productos y personajes con base a este principio; es decir, los ojos y la frente 15% más grandes del tamaño promedio, lo que ocasiona cierto estimulo que hace preferirlos sobre otros.
En el ramo automotriz los mejores ejemplos son el Beetle y el Mini Cooper, ¿no les dan ganas de abrazarlos con tan sólo verlos? De hecho se dice que el Beetle fue diseñado para parecer una cara sonriente, y en efecto, cuando vemos uno inmediatamente nos dan ganas de sonreír.
Varias marcas utilizan personajes con estas características para conectar mejor con los sentimientos del cliente; Mickey Mouse, Los Simpson y Mario Bros son sólo algunos ejemplos.
Esta probablemente sea una de las razones por la que los personajes de Distroller y las muñecas Bratz tengan tanto éxito.
