El merchandising es capaz de dirigir a los clientes hacia productos que necesitan o quieren, así como hacia nuevos productos que no estaban en su mente.
Por ello, hay que poner interés especial en los maniquí. Uno de estos puede estar bien vestido y así motivar para hacer una búsqueda de ropa, accesorios y otros complementos que no se pretendía comprar.
Los maniquí en punto de venta
Los muñecos o maniquís sirve en las tiendas de ropa, ferretería, electrónica, alimentos, joyería; siempre y cuando se utilicen para dar una buena presentación. Las herramientas visuales del merchandising son un activo importante para toda tienda retail.
En el caso de la ropa y demás prendas, es más atractivo ver cómo se podrían ver éstas que sólo imaginárselo. Por otro lado, usar un maniquí con diversas opciones abre la capacidad de ver más productos y con ello crece la especrtativa de compra.
La presentación, en realidad, cuenta una historia sobre las posibilidades que el consumidor tiene de poder mezclar colores, prendas, estilos.
El maniquí de la ferrterería va a lograr que el comprador se mire como si fuera un fontanero profesional, en el área de alimentas, el comprador puede sentirse invitado a adquirir comestibles que un muñeco le ofrece.
La posición y presentación de los manquí es tan variable que se puede aprovechar para los departamentos más impensables. Por ejemplo, en la sección de papelería, un niño echando un hojeada a un libro, transporta al consumidor a que se imagine que ese niño podría ser un hijo, un sobrino, un niño de escasos recursos.
En la medida en que los espacios estén organizados, presentables y señalados por maniquís, los consumidores se pueden sorprender por cómo se despliega un colorido en la tienda y se matizan por las luces. Cada sección del retail puede estar señalado con espacio ordenados, maniquís, pantallas, promociones; todo para motivar la compra.