Cada vez me sorprende más lo que pasa en nuestro mundo y cómo los cambios de paradigma se están dando como cae un castillo de naipes: sin parar, los modelos mediáticos ya son otros. Por ello, debemos tener la capacidad de adaptarnos a los nuevos íconos y lenguajes simbólicos.
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Hoy los portavoces de la iglesia también están cambiando, tan es así que los dueños de los intereses de la iglesia católica en el mundo han relevado de portavoz, quizá Benedicto XVI no estuvo a la altura de ser un mensajero adecuado para los clientes de la iglesia.
Tan abrupto fue y tan malo su acoplamiento con la audiencia, que lo relevaron del cargo. La iglesia está perdiendo muchos clientes y necesitan nuevos esquemas. Es quizá por eso que han decidido poner a un publirrelacionista eclesiástico que tenga un muy buen manejo de medios, como al Papa Francisco. La iglesia ha reclutado un portavoz que conecte con la audiencia y construya una marca.
Así, los esquemas caen y surgen nuevas formas de comunicarnos y de establecer nuevos lazos con los clientes, si la iglesia ha cambiado, es quizá momento de darnos cuenta que no podemos seguir perdiendo fieles a nuestra marca y nuestros servicios. Al final , la iglesia católica es la primera marca que generó estrategias de mercadotecnia exitosas desde hace ya más de dos mil años.
