De acuerdo con un estudio de Canedean, México aumentó su demanda de plásticos en los últimos años y ocupa la segunda posición en la industria del embalaje, solo detrás del papel y cartón.
Este crecimiento crecimiento se debe a un mayor consumo de refrescos y agua embotellada con un promedio de 2 botellas por persona al día. Por esa razón, México ocupa el segundo mayor consumidor mundial de botellas de PET.
Además, datos de Ecoce señalan que, anualmente 43 por ciento de los envases de polietileno tereftalato (PET por sus siglas en inglés) producidos en México no se reciclan, es decir, 407 mil toneladas de 718 mil al año.
Sin duda, las marcas se conocen la situación por esa razón han desarrollado en los últimos años iniciativas que permiten aportar soluciones a este problema y, a la vez, concientizar a sus consumidores de de este reto que tiene todo el mundo.
Por ejemplo, en el último Maratón Internacional de la Ciudad de México, donde participaron 40 mil corredores; y más de 20 mil personas depositaron sus envases de Pet, aluminio y hojalara en 60 máquinas recicladoras. Fue una acción importante, ya que promovió durante la carrera la importancia de cuidar el medio ambiente y sus beneficios.
Otro ejemplo de este tipo de iniciativas es el Festival Corona Sunsets, que este año diseñó una estrategia para usar menos plástico. Se trata de una colaboración con Parley for the Oceans para generar conciencia en torno a los océanos y al mismo tiempo limpiar islas de la contaminación de plástico.
En suma un estudio de Unilever señala que, el 33 por ciento de los consumidores de todo el mundo compran productos de acuerdo con impacto social y ambiental. Por tanto, hoy en día las marcas deben cuidar que sus productos sean amigables con el medio ambiente, ya que un packaging ecológico puede influir en la decisión de compra de los actuales consumidores.